Izquierda caviar es una expresión política de uso coloquial utilizada para referirse a aquellos que proclaman tener ideas de izquierda pero que en realidad tienen una vida con ciertos lujos y acomodada. En ocasiones, también es usado el término contra aquellas personas de izquierda que presumen posturas enteramente intelectuales sin compromiso real o contra aquellos quienes se identifican con una izquierda reformista alejada de asuntos de clase o anticapitalistas en sí. Por extensión, en algunos países se aplica el calificativo caviares, para referirse a las personas consideradas pertenecientes a la izquierda caviar.
Tiene sus equivalentes en otros países e idiomas, por ejemplo en Suiza dicen toscana-zosi, en el Reino Unido utilizan champagne socialists y en Estados Unidos, Tom Wolfe los llamó radical chic, en Brasil la esquerda Ballantine's (por el whiskey Ballantine's) y en Chile, el red set.
El término «izquierda caviar», de la expresión francesa gauche caviar, hace referencia a los políticos de izquierda de clase social privilegiada que, tras considerarse herederos de la Revolución rusa, sólo conocen de Rusia el exclusivo caviar, que connota un alto poder adquisitivo y un desprecio por sus supuestos ideales. El caviar se convirtió en un elemento de distinción y buen gusto en las mesas de las clases sociales más altas de Occidente tras la Revolución rusa de 1917. Por un lado, hubo una emigración de gran parte de la perseguida aristocracia rusa al París de los años 1920. También los hermanos Petrossián, llegaron a un acuerdo con el Gobierno ruso para la exclusiva de los derechos de exportación del caviar ruso, que dieron a conocer en la Exposición Universal de París de 1925.
El uso de gauche caviar fue habitual por parte de críticos al presidente socialista de François Mitterrand. El término contestatario aparece en 1988, tras la carta de 30 hojas que publicó Mitterrand en abril, en el panfleto Carta abierta a la generación Mitterrand que marcha al lado de sus pompas de Thierry Pfister, un periodista de izquierdas desencantado con la política del presidente francés. Describe así la situación: «La tecnocracia que nos gobierna a la sombra de un monarca que envejece, absorbido por la contemplación de sí mismo, emparenta más la realidad francesa con el crepúsculo de un franquismo manipulado por el Opus Dei que con el alba de una democracia revivificada».
En España el término se importa y aparece en diciembre de 1988 en el diario Cambio 16: «Izquierda caviar que tras haberse considerado heredera de la revolución del 17 hoy ya no soporta de Rusia más que los huevos de esturión salados».
En 2006 vuelve a aparecer el término en Francia de «gauche caviar», tras la publicación del libro Historia de la izquierda caviar —en francés Histoire de la gauche caviar— de Laurent Joffrin, director de redacción de Le Nouvel Observateur tras la corrupción, el fracaso del Tratado de Constitución para Europa, la guerra de Irak o Afganistán.
La etiqueta en francés gauche champagne, o izquierda champán, surge como crítica de proponer frecuentes brindis por los socialistas famosos con champán, una bebida destinada en teoría para celebraciones especiales. En 1855, el socialista ruso Aleksandr Herzen escribe el ensayo Desde la otra orilla en 1848, el año de las fallidas revoluciones europeas, donde criticaba el abandono de los ideales radicales de la revolución francesa de 1789: «Son ellos, nadie más, los que se están muriendo de frío y de hambre... mientras tú y yo en nuestras habitaciones de la primera planta estamos charlando acerca del socialismo tomando pasteles y champán».
Se ha asociado a la expresión burguesía bohemia (con el acrónimo BoBo, del francés bourgeois y bohemian) que se puso de moda en París el verano de 2000 para referirse principalmente a los jóvenes que mezclan en sus compras artículos baratos y caros.
En Argentina se usan los términos «progre-caviar», «zurdo con OSDE» o «zurdo con iPhone».
En Brasil se emplea el término esquerda Ballantine's («izquierda Ballantine's») de una manera análoga. Debido a las restricciones a la importación durante la dictadura militar brasileña este producto se equiparó con el caviar al ser producido en el extranjero y por tanto, caro y sujeto a aranceles. También es común el uso de esquerda festiva («izquierda festiva») con similares connotaciones. Hoy en día suele utilizarse para referirse a los dirigentes del Partido de los Trabajadores.
En Chile se usa el término red set (parodia del término jet set) o whisquierda para referirse a lo que, en otras partes, se denomina con izquierda caviar. Esta expresión hace referencia directa a políticos de la izquierda, que a pesar de su origen socioeconómico alto, profesan políticas de izquierda radicales e incluso sus críticas más ácidas son dirigidas a gente de su mismo origen. De forma similar en el último tiempo ha surgido el término cuico progre, debido a que cuico es un término para referirse a las personas de clase alto o media alta y progre viene de la palabra progresista.
El término contrario, es decir, personas de clase baja o clase media baja afines a las ideas de derecha política son llamados fachos pobres
o fascistas pobres, para los migrantes venezolanos que huían del régimen chavista existe una variante, son llamados peyorativamente venefachos. En la década de los sesenta y setenta en Barcelona se originó el grupo de intelectuales gauche divine ligado al movimiento cinematográfico denominado Escuela de Barcelona. Entre ellos se encontraban escritores y poetas como Félix de Azúa, José María Carandell, Ana María Moix, Terenci Moix, Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo y Rosa Regàs, arquitectos y diseñadores como Óscar Tusquets, Ricardo Bofill, Oriol Bohigas y Elsa Peretti, cantantes como Guillermina Motta, Raimon y Serrat, fotógrafos como Colita o Xavier Miserachs y Oriol Maspons modelos como Teresa Gimpera o Isabel Gil Moreno de Mora, conocida como «Belle Bel» o «La niña Isabel» y considerada musa del grupo, editores como Jorge Herralde, Esther Tusquets o Beatriz de Moura, gente del mundo del cine como Gonzalo Herralde e integrantes de la Escuela de Barcelona como Gonzalo Suárez, Román Gubern y Vicente Aranda y otros como El Perich, Oriol Regàs, Eugenio Trías y Serena Vergano.
Durante los años 1980, en España se utilizó el término beautiful people para referirse a personas ligadas al Partido Socialista y favorables a una economía de mercado libre, como el entonces ministro Miguel Boyer.
La expresión izquierda caviar se popularizó en Perú al ser usada frecuentemente por algunos periodistas para referirse a la izquierda burguesa,
Alberto Adrianzén considera que la palabra “izquierda caviar” ha tenido un éxito mundial. Basta “entrar” a Google para darnos con la sorpresa de que existen decenas de páginas sobre este tema. Pero lo más sorprendente no es sólo eso sino también la cantidad de sectores políticos, todos ellos de signo distinto, que la condenan. La llamada “izquierda caviar” hoy es atacada en el mundo por los neoliberales, los conservadores, los ultraizquierdistas europeos, por los católicos, etc. En Perú sucede una cosa parecida: la “izquierda caviar” también es atacada por los fujimoristas, los montesinistas, los apristas, los comunistas, los neoliberales, la derecha, los senderistas, los católicos, etc. A ello se suman diarios como Expreso, Correo, La Razón, La Primera y otros más; así como columnistas también de diversas tiendas políticas y corrientes ideológicas».
Hay constancia de que en Perú inicialmente la expresión "caviar" fue utilizada una vez por el periodista Herbert Mujica Rojas en 2004, quien recordó que la expresión gauche caviar fue antes utilizada por el periodista francés Alain de Benoist, aunque inicialmente se atribuyó el origen del término a Mujica y a partidarios de Alberto Fujimori.
Según la lingüista Martha Hildebrandt: "se moteja de izquierda caviar a la que sabe vivir como aristócrata, pero saca provecho de un supuesto compromiso social". Para el catedrático Wilfredo Ardito "ha pasado a designar hoy [2009] a sectores comprometidos con temas sociales, civiles, éticos. El término se usa aquí [Perú] con demasiada amplitud”. En 2016, el DiPerú. Diccionario de peruanismos de Julio Calvo Pérez, editado por la Academia Peruana de la Lengua, consignó que caviar, como sustantivo, significa "miembro de izquierda política, que es parte de una familia de posición socioeconómica acomodada". Como adjetivo, significa "referido a la izquierda política. Burgués, acaudalado".
Se ha considerado como 'caviares' al escritor Julio Ramón Ribeyro Zúñiga; a los exministros Juan Jiménez Mayor, Salvador del Solar Labarthe, Diego García-Sayán Larrabure, Manuel Rodríguez Cuadros, Rafael Roncagliolo Orbegoso, Susana Villarán de la Puente, Fernando Villarán de la Puente, Nicolás Lynch Gamero, Jaime Saavedra Chanduví, Carlos Basombrío Iglesias, Gino Costa Santolalla, Walter Albán Peralta, Cecilia Blondet Montero, Gloria Helfer Palacios, Aída García-Naranjo Morales, Jaime Quijandría Salmón, Francisco Eguiguren Praeli, etc.; el juez César San Martín Castro; los magistrados del Tribunal Constitucional Marianella Ledesma Narváez, Eloy Espinosa-Saldaña Barrera; los académicos Salomón Lerner Febres, Ricardo Cuenca Pareja, Julio Cotler; los exparlamentarios Henry Pease García, Enrique Bernales Ballesteros, Marisa Glave Remy, los periodistas Augusto Álvarez Rodrich, Gustavo Mohme Seminario, Rosa María Palacios McBride, Gustavo Gorriti Ellenbogen, Claudia Cisneros Méndez, Sigrid Bazán Narro; los actores Claudia Dammert Herrera, Jason Day del Solar, entre otros.
La expresión fue popularizada en 2006 por el entonces candidato a la presidencia regional de Lima Kenji Fujimori, quien durante un mitin suyo acusó de "izquierda caviar" a la izquierda peruana (particularmente crítica contra su padre Alberto Fujimori, en ese momento en proceso de extradición de Chile a Perú). A partir de entonces, y sobre todo tras la sentencia de culpabilidad de Fujimori en 2009, la expresión "caviar" fue repetida profusamente por la derecha y el fujimorismo como una etiqueta agresiva aunque sin saber claramente su significado.
La acusación de "caviar" ha incluido a casi toda la izquierda limeña, pero también a personas que carecen de filiación con el izquierdismo: como Mario Vargas Llosa, llamado "caviar" por su apoyo al proyecto de construir un Museo de la Memoria en 2009, cuya financiación era rechazada por el gobierno aprista de turno. O a la periodista Rosa María Palacios, llamada "caviar" en 2011 luego que su programa Prensa Libre fuese el único que en televisión invitó a víctimas de la Masacre de La Cantuta a que opinaran sobre el intento de indulto a Alberto Fujimori, lo que había sido planteado y apoyado por políticos fujimoristas y apristas durante la campaña electoral 2011.
Otro caso relevante es el de Diego García-Sayán, llamado "caviar" por haber sido presidente de la Corte IDH (2010-2014), y porque en retrospectiva siendo Ministro de Justicia del gobierno de transición (2000-2001) liberó vía procedimientos regulares a 155 inculpados de terrorismo (con detenciones arbitrarias y condenados irregularmente).
Para el periodista de derecha Aldo Mariátegui el 'caviar' es "ese sujeto que defiende los DDHH, que se 'acomoda' en las ONG donde hace dinero y se siente revolucionario 'a pesar' de su condición de 'blanquito' [en sentido racial-social]". Agrega un matiz: los "caviares" son una "izquierda blanca" (racial) que "despreció a Patria Roja por cholos", siendo además personas que consumen bienes y servicios caros.
En 2012 Mariátegui describió en el diario Correo un perfil de la persona señalada por la derecha peruana como "caviar" (en sustantivo), según él son "caviares" también los jóvenes que se sienten "subyugados por lo 'políticamente correcto' porque se sienten especiales, inteligentes, interesantes y nada generosos si son 'zurdillos'; porque sus románticos idealismos los vuelven 'socialconfusos'; porque no han gozado de las 'mieles' de las políticas de izquierda (Velasco, Sendero, la hiperinflación) y han tenido todo fácil; porque los derechos humanos están de moda; porque hay que dar la contra; porque les gustan las marchas; porque la moda zurda (anteojitos raros, bufandas, etc...) es más chic; porque hay que ser ecologistas, 'gatófilos' y hasta medios panteístas con los cerros y lagunas; porque la izquierda es supuestamente más permisiva con las conductas sexuales y las drogas".
Para el sociólogo Gonzalo Portocarrero "el uso del término [caviar] revela un tono autoritario, que pretende silenciar toda oposición al conservadurismo neoliberal. Se acusa de hipocresía a quien pretende hablar a favor de las víctimas sin ser una de ellas, al defensor de causas que no son propias, pues se presume que es solo un manipulador de la compasión y la culpa, alguien que se esconde para perseguir sus intereses".
Según el periodista Jonathan Diez "en el Perú político de hoy [2014], se ha vuelto irrelevante el origen de clase en la definición caviar (...). La definición operativa de caviar, en la batalla entre izquierda y derecha, tiene como hito principal la caída del gobierno de Alberto Fujimori. Los que clamaban justicia por los delitos de lesa humanidad -jueces, periodistas, intelectuales, empresarios- son los caviares por excelencia. Es una forma sofisticada y más amplia social e ideológicamente del viejo mote de «terruco» (terrorista senderista).
En 2014, durante la audiencia del Estado Peruano ante la Corte IDH para exponer el caso de la sentencia emitida por el juez Javier Villa Stein a favor del Grupo Colina, el magistrado Pérez Pérez preguntó por el significado de 'caviares', epíteto aplicado por Villa Stein a los organismos de DDHH. El procurador del Estado peruano respondió que no sabía y pidió que los abogados de las víctimas respondan. Tras ello, una de las representantes de las víctimas del terrorismo comentó: "Esa es una expresión que se está utilizando de manera digamos despreciativa para determinados organismos de Derechos Humanos así algunos sectores de la izquierda, señalando que pueden expresar una vinculación hacia los Derechos Humanos o hacia los pobres pero que en el fondo les gusta vivir de una manera diferente, holgada, comiendo exquisiteces como el caviar"
En general el término "caviar" es usado por la derecha política peruana, y con particular ahínco por Rafael Rey, José Barba, Phillip Butters, Aldo Mariátegui, Jaime Chincha (en Willax), Víctor Andrés Ponce (en El Montonero), Diethell Columbus, entre otros. Variantes del término son "caviarones", "hoz y martini", "molusco" (en alusión a adultos mayores de izquierda), "caviarada", etc.
El uso frecuente del término ha dado lugar a que algunas de las personas aludidas por dicha expresión afirmen su pertenencia a este grupo de la sociedad, desvalorizando el carácter descalificativo del término.
Sin embargo, esta expresión sigue utilizándose con intención crítica por parte de personas que no forman parte de este grupo, situación que es interpretada por personas de la llamada izquierda caviar como una demostración de falta de argumentos para combatir sus ideas. En Venezuela se emplea el término «boliburguesía» que denota a aquellas persona que por medios del Gobierno venezolano, autoproclamado socialista, han logrado amasar grandes fortunas por medios fraudulentos o de dudosa procedencia. También se les denomina «bolichicos», que quiere decir «nuevos ricos bolivarianos». Aunque realmente los llamados «boliburgueses» o «bolichicos» no tengan nada que ver con el concepto, sino más bien con el del «vivo criollo» ya conocido en Venezuela durante la llamada «Cuarta República» y la llamada cultura «adeca» del «pónganme en donde haiga» que con el cambio de régimen simple y llanamente han mutado de color.
El concepto de «izquierda de cafetín» o «izquierda exquisita», muy en boga durante las décadas de los ochenta y noventa, tiene una relación bastante más directa con el concepto de «izquierda caviar» que el de «bolichico». Fueron conocidos de esa forma, ya que los mismos solían reunirse, por ejemplo, en los cafés de la céntrica zona caraqueña de Sabana Grande.
Sin embargo, por una parte, este concepto se suele usar en la actualidad contra aquellos izquierdistas acusados de «puristas» al no apoyar al chavismo o contra aquellos chavistas que no apoyan la Administración de Nicolás Maduro. De hecho, Nicolás Maduro ha denominado a la izquierda que se le opone como «izquierda trasnochada» o «trasnochados de izquierda», describiéndolos de la siguiente forma:
Por otra parte, también se ha usado el término «izquierda caviar» para describir a aquellos izquierdistas, sobre todo extranjeros, que apoyan al Gobierno chavista en una especie de «solidaridad automática» haciendo caso omiso a las dificultades que afronta la población venezolana frente a los privilegios que goza la élite chavista.Partido Comunista de Venezuela, ha respondido que no se sintió cuando aludido cuando Nicolás Maduro los categorizó como parte de la izquierda exquisita y expresó que en cambio «los de izquierda exquisita son quienes están construyendo resorts en Los Roques, los que van al casino del Humboldt y hablan de socialismo y revolución».
Asimismo, Óscar Figuera, secretario general delEscribe un comentario o lo que quieras sobre Izquierda caviar (directo, no tienes que registrarte)
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