Las protestas prorrusas en Ucrania hacen referencia a una serie de manifestaciones, disturbios y episodios de desorden civil acaecidos en las regiones del este y sur de dicho país a partir del 22 de febrero de 2014, como reacción al Euromaidán y en paralelo a la crisis de Crimea en el mismo país. Con posterioridad las protestas se intensificaron, calificándose de conflicto social o «insurgencia separatista», y dando paso al conflicto armado en el este de Ucrania de 2014 a partir, aproximadamente, del 12 de abril.
Algunos medios rusos se han referido al fenómeno como la «Primavera rusa»ruso: Русская весна). Por otro lado, fue detectada la presencia de ciudadanos rusos participando en tales protestas, mientras que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) denunció que Ucrania ha prohibido la entrada al país a periodistas rusos.
(enLas protestas ocurrieron al menos en once ciudades, como Donetsk, Járkov, Odesa, Lugansk, Mikoláyiv, Dnipropetrovsk, Mariúpol, Melitópol, y Jersón.
Durante las protestas, muchos activistas utilizaron banderas de Rusia y banderas con bandas anaranjadas y negras, los colores de la Orden de San Jorge, que en forma de lazos solidarios se utilizan para conmemorar el Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria y otras acciones patrióticas rusas.
El 7 de abril, activistas prorrusos autoproclamaron la República Popular de Donetsk y la República Popular de Járkov. El 8 de abril, activistas estaban planeando la proclamación de la República Parlamentaria de Lugansk.
El 13 de abril, las autoridades de Kiev pusieron en marcha una operación especial contra el este del país con la participación de las Fuerzas Armadas, en lo que era el inicio del conflicto armado en el este de Ucrania de 2014. Según el depuesto presidente de Ucrania Víktor Yanukóvich, esto deja a Ucrania al «borde de una guerra civil». El Ministerio de Exteriores de Rusia también calificó de «criminal» y condenó las acciones del gobierno ucraniano.
En la Alta Edad Media, las tribus de eslavos del este ocupaban el territorio comprendido entre el Lago Ládoga, pasando por el río Dniéper, hasta el mar Negro, siendo la porción sur vasallos de los jázaros, y la norte objeto de colonización vikinga. Durante la segunda mitad del siglo IX y el transcurso del siglo X, los vikingos suecos o varegos unifican una federación en torno al principado de Kiev tras una serie de alianzas para enfrentar los ataques de jázaros y otros clanes turcos provenientes del Cáucaso Norte y Asia Central. Luego con el debilitamiento de la dinastía Rúrika, el territorio es invadido por hordas turcomongolas en el siglo XIII y queda sometida, pocas décadas luego del cisma entre católicos y ortodoxos.. En el siglo XIV los pobladores de las zonas ahora conocidas como Polonia y Lituania se anexionan la zona correspondiente a las actuales Bielorrusia y Ucrania (oeste y centro); el dominio de estos durante al menos 3 siglos contribuyó a la división de la lengua hablada por los antiguos rusos, aunque estos últimos preservaron su fe ortodoxa, aunque hubo intentos de convertirles al catolicismo. Mientras tanto, aquellas zonas correspondientes al actual sur y este de Ucrania fueron turquificadas.
Históricamente el sur del territorio ucraniano formó parte de Nueva Rusia (en ruso: Новоро́ссия, Novoróssiya), también conocida como Novorrusia, una subdivisión del Imperio ruso. La parte occidental de Nueva Rusia (entre los ríos Dniéster y Dniéper) era conocida como Yedisán por los otomanos, la cual había sido anteriormente habitada, junto con la parte central, por la Horda Nogái.
El siglo XV estuvo marcado por dos acontecimientos: la consolidación de la independencia del norte ruso del yugo mongol con Moscú como capital, y afianzamiento del dominio turco sobre las estepas del sur.
En los siglos posteriores Rusia se enfrentaría a Polonia por el control sobre la Rusia Blanca y Rusia Menor (logrando en 1685 que el jefe de los cosacos ucranianos firmara el acuerdo de reunificación con el zar de Rusia ), y con Turquía debido a las incesantes incursiones de los turcos tártaros y otomanos, para capturar decenas de miles de rusos y esclavizarlos. Para el zar de Moscú se convirtió en una prioridad proteger su frontera en el sur. El Imperio ruso fue ganando control sobre esta zona gradualmente en tratados de paz con el Imperio otomano tras las guerras ruso-turcas de 1735–1739, 1768–1774, 1787–1792 y 1806–1812. La colonización de la tierra, a finales del siglo XVIII, fue dirigida por el príncipe Potiomkin a quien la emperatriz Catalina "la Grande" otorgó poderes de gobernación absolutos sobre el territorio. Las tierras se concedieron generosamente a la nobleza rusa (dvoryanstvo) y fueron repobladas con campesinos gran-rusos (rusos) y pequeño-rusos (malorrusos o ucranianos), en régimen de servidumbre, para cultivar lo que hasta entonces era una estepa escasamente poblada. También llegaron colonos extranjeros invitados por Catalina "la Grande" de Alemania, Polonia, Italia, Grecia, Serbia y otros países.
En 1922, tras el triunfo de los bolcheviques en la Guerra Civil Rusa, la nueva dirigencia comunista transfiere los territorios de Nueva Rusia de Rusia a la nueva república de Ucrania (antigua Malorrusia).
El idioma ruso es la lengua básica de comunicación en las regiones del sur y las orientales de Ucrania, la segunda lengua por la difusión en sus regiones centrales y occidentales y la segunda lengua más difundida entre la población no rusoparlante de Ucrania. Conforme a la información oficial del censo del 2001 unos 14,273 millones de ciudadanos ucranianos tienen el ruso como lengua materna, representando el 29,6% de la población del país. De ellos, étnicamente rusos son solo el 56%, mientras que el resto representan otras nacionalidades. La lengua rusa es la que tiene mayor difusión en las regiones del Este y Sur, donde es más habitual que el propio ucraniano para el 92% de los ciudadanos. De los datos del el Instituto Internacional Sociológico de Kiev, la población rusoparlante está en absoluta mayoría en las regiones del sur y oriente de Ucrania:
Aunque el idioma ruso no es el idioma oficial, el 48-52 % de los ciudadanos de Ucrania creen que debiera serlo.2006, en Járkov, el consejo municipal fue el primero en declarar el idioma ruso como lengua oficial en el nivel local. Después, casi todos los consejos regionales del Sur y Oriente han incorporado la misma declaración, así como los consejos municipales de las grandes ciudades de la región. Según el sondeo del "Research and Branding Group" de junio del 2006, la mayoría de los ucranianos han aplaudido la decisión de los consejos locales que han declarado el idioma ruso como oficial en el nivel local. El 52 % de población (incluido el 69 % de población del Oriente y el 56 % del Sur) está a favor y el 34 % en contra, mientras el 9 % «la apoya o la rechaza parcialmente» y el 5 % no opina.
EnLa noche del 21 de noviembre de 2013, en Kiev, tuvieron lugar las primeras manifestaciones de índole europeísta debido a la suspensión de la firma del Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio entre Ucrania y la Unión Europea.
Tras varios meses de protestas y disturbios y luego del llamado Jueves Negro (20 de febrero de 2014) en el que murieron más de 60 manifestantes en este marco de tensión, el 22 de febrero, por la mañana, los manifestantes opositores tomaron las riendas del país y ocuparon las principales instituciones con sede en Kiev. La Rada Suprema tomó el control del país y Oleksandr Turchínov asumió la coordinación del Gobierno y la presidencia del Parlamento, cayendo así el gobierno de Víktor Yanukóvich.
Tras el desplazamiento de Yanukóvich del poder por segunda vez en nueve años (en la primera ocasión como primer ministro), el Congreso de diputados y gobernadores regionales del Este y Sur de Ucrania hizo un llamamiento a la resistencia y acusó a la oposición de incumplir el acuerdo de paz que había sido firmado el 21 de febrero con el destituido presidente. Mientras tanto, la Rada Suprema votó la abolición de la ley sobre las lenguas de las minorías, que establecía que en los raiones donde un determinado idioma fuese hablado por al menos el 10 % de los habitantes, dicho idioma podía adquirir el rango de lengua cooficial. Sin embargo, el presidente en funciones de la Rada Suprema Oleksandr Turchínov no accedió a ratificar dicha abolición. La abrogación de la Ley aprobada en 2012 hubiera perjudicado a los hablantes de ruso (cooficial en todo el este y sur de Ucrania, además de algunos raiones en Kirovogrado, Cherníhiv, Sumy y Zhitómir), húngaro (cooficial en algunos raiones de Transcarpatia) y rumano (cooficial en algunos raiones de Transcarpatia, Chernivtsí y Odesa).
Una encuesta realizada por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev en la primera mitad de febrero de 2014 (antes de la caída del gobierno de Yanukóvich) evaluó en Ucrania el apoyo a una unión con Rusia. Se encontró que, en general, el 12% de los encuestados favorecía la unión con Rusia, siendo mayor en los óblasts del sureste ucraniano:
En otra encuesta de opinión llevada a cabo entre el 14 y 26 de marzo por el Instituto Republicano Internacional, dijo que el 26-27% de los encuestados del sureste ucraniano vio las protestas del Euromaidán como un «golpe de Estado». Sólo el 5% de los encuestados en el este de Ucrania consideró que habla rusa estaban «definitivamente» bajo presión o amenaza. El 43% de los rusos étnicos apoyó la decisión de la Federación Rusa de enviar a sus militares para proteger a los ciudadanos de habla rusa de Ucrania. En la encuesta, el 22% del sur de Ucrania, y el 26% del este de Ucrania apoyaron la idea de la federalización del país; un 69% del Sur y el 53% del este apoyaron a Ucrania como un Estado unitario; mientras que un 2% de los del sur y el 4% del este apoyaron el separatismo.
Entre enero y febrero de 2014 unos 675 000 ucranianos se han exiliado en Rusia debido a la inestabilidad padecida por Ucrania, según el Servicio de la Guardia de Frontera de Rusia;Bélgorod. Para el 5 de marzo, más de 5.500 ucranianos habían solicitado la ciudadanía rusa, según afirmó el Servicio Federal de Migración de Rusia.
la mayoría lo ha hecho en la fronteriza ciudad deTras el Euromaidán, se inician unas series de protestas en contra del gobierno interino de Kiev en la península de Crimea. Tras varios días de enfrentamientos armados entre milicianos sin identificación y fuerzas ucranianas, el 11 de marzo, la República Autónoma de Crimea y Sebastopol declararon su independencia, proclamando el Estado soberano de la República de Crimea. El 16 de marzo, tienen lugar referendos sobre el estatus político en Crimea y Sebastopol. Una mayoría abrumadora vota por la anexión de la península a la Federación de Rusia. Finalmente, el 18 de marzo, los representantes de Crimea y Sebastopol y Vladímir Putin firman el acuerdo de anexión. La península pasa a formar parte de Rusia, conformándose los sujetos federales de la República de Crimea y la Sebastopol.
El 23 de febrero de 2014, en medio de manifestaciones europeístas, el parlamento ucraniano realiza un juicio político con el que destituye al presidente Yanukóvich por «abandonar su cargo». El parlamento asume el poder Ejecutivo y deroga la ley sobre la cooficialidad de los idiomas de las minorías a nivel municipal y provincial, lo que causa gran malestar en la población del sur de Ucrania, predominantemente de habla rusa. El Congreso de diputados y gobernadores regionales del Este y Sur de Ucrania hizo un llamamiento a la resistencia y acusó a la oposición de incumplir el acuerdo de paz que había sido firmado el 21 de febrero con el destituido presidente. Además, algunas provincias del oeste ucraniano, suprimen al otrora oficialista Partido de las Regiones y el Partido Comunista de Ucrania.
El 1 de marzo, las manifestaciones contra el nuevo gobierno ucraniano se fueron extendiendo a la región industrial del Donbás, en el sudeste de Ucrania, donde casi el 50% de la población es de etnia rusa y el idioma ruso es hablado por al menos tres cuartos de la población; unos 10 mil manifestantes se congregaron en Donetsk —la cuna de Yanukóvich— al grito de «¡Rusia, Rusia!», izaron la bandera rusa, y escogieron a Pável Gúbarev, líder de una milicia popular, como nuevo gobernador de la provincia; mientras que unos 20 mil manifestantes prorrusos exigieron en Járkov la «federalización de Ucrania» y el archivo de las causas penales contra los policías que cumplieron su deber durante las manifestaciones europeístas. También ha habido manifestaciones pro-rusas en Odesa, Dnepropetrovsk, Lugansk, Melitopol, Eupatoria, Zaporiyia y Kerch, entre otras; en todas estas ciudades las banderas ucranianas fueron arriadas de los edificios públicos y en su lugar ondean banderas rusas.
El Ayuntamiento de Donetsk exhortó a su Parlamento regional para que asignara una fecha para realizar un referéndum sobre «el futuro de la región del Donbás», que incluyese la posibilidad de considerar el idioma ruso como lengua oficial junto al ucraniano, a Rusia como un mediador estratégico de la región y una mayor autonomía. Mientras que en el Óblast de Lugansk se votó a favor del estatus del idioma ruso como segunda lengua oficial, desarmar a las unidades de autodefensa del Maidán y la prohibición de un número de organizaciones políticas como Svoboda y UNA- ONURS. Se amenazó a las autoridades ucranianas centrales que se reservaba el derecho a «solicitar la ayuda de el hermano pueblo de la Federación Rusa».
El presidente depuesto de Ucrania Víktor Yanukóvich escribió una carta a Vladímir Putin pidiéndole que usara las fuerzas armadas rusas para restableces la legitimidad, la paz, la ley y el orden, la estabilidad y para defender al pueblo de Ucrania. Este pedido fue citado por Vitali Churkin, el embajador ruso ante la ONU, en la tercera reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Ucrania.
Una manifestación en Járkov reunió decenas de millares de personas que invadieron la sede de la administración regional y obligaron a los partidarios del gobierno central a pedir disculpas. La Cámara Municipal de Mariúpol fue tomada por manifestantes. También hubo protestas en Lugansk, que reunieron cerca de 10 000 personas pidiendo la realización de un referéndum. Además, una manifestación contra el fascismo y la violencia, y favorable a la unión de Ucrania con Rusia y Bielorrusia y la realización de un referéndum reunió más de 400 personas en Jersón.
El 2 de marzo, el Consejo Regional de Lugansk adoptó posiciones semejantes a las de la Cámara Municipal de Donetsk, y declaró ilegítimas a las nuevas autoridades ejecutivas ucranianas, solicitó el desarme de los grupos armados ilegales, la prohibición de organizaciones pro-fascistas y neo-fascistas, y se reservó el derecho a solicitar ayuda al pueblo hermano de la Federación Rusa. Poco después, una manifestación dirigida por la Guardia de Lugansk exigió que los diputados solicitasen a Vladímir Putin el envío de tropas, y durante las protestas, ocuparon el edificio del Consejo Regional.
El 3 de marzo un grupo de personas armadas comenzó a asaltar edificios administrativos en Donetsk, ondeando banderas de Rusia y al grito de «¡Rusia!» y «¡Berkut son héroes!». En la noche del 4 de marzo se realizó una manifestación pacífica de más de 2000 personas pidiendo paz y apoyando a Ucrania.
En la ciudad de Járkov ocurrieron incidentes relacionados con marchas pro-rusas. En el edificio del parlamento local se izó la bandera rusa, que fue arriada horas más tarde, cuando la policía comenzó a custodiar el lugar. También hubo destrozos al edificio. Además, alrededor de entre 200 y 500 manifestantes con banderas rusas irrumpieron en el edificio administrativo del óblast de Odesa. Exigían un referendo sobre el establecimiento de una «República Autónoma de Odesa».
Durante una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el representante ruso Vitaly Churkin reiteró que el líder legítimo de Ucrania era Viktor Yanukovich, y no el presidente interino Olexander Turchynov.
El 5 de marzo, agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania arrestaron al autoproclamado gobernador de la región de Donetsk, Pável Gúbarev, llevándolo a un sitio desconocido. Anteriormente, simpatizantes del gobierno interino de dicha región habían tomado el control de los edificios administrativos, entre ellos la Tesorería y la administración regional, donde izaron la bandera rusa. Además, Gúbarev declaró que la región se estaba preparando para contar con su propio gobierno provisorio, para luego anunciar nuevas elecciones, y habló sobre la realización de un referéndum sobre el estatus de Donetsk. El 6 de marzo fueron detenidas varias decenas de manifestantes.
El 8 de marzo, más de 3000 personas se concentraron en el centro de Járkov, pidiendo la dimisión de las autoridades locales y la celebración de un referéndum sobre el estatus de su región. El mismo día, el ejército ruso entró en el territorio del pueblo de Chonhar, en el Raión de Genichesk, Óblast de Jersón y guardias fronterizos ucranianos iniciaron un despliegue especial a lo largo de la frontera con Moldavia, en el área de Transnistria, con el fin de evitar cualquier provocación por parte de activistas prorrusos en el Óblast de Odesa.
El 9 de marzo unos 1500 activistas prorrusos solicitaron a las autoridades locales de Donetsk la realización de una consulta popular sobre su incorporación a Rusia. Mientras que, en Lugansk, centenares de manifestantes ocuparon el edificio de la administración regional e izaron la bandera de Rusia. Además ocurrieron enfrentamientos con activistas proucranianos. Unas 7000 personas también manifestaron en Simferópol, en Crimea.
El 11 de marzo, el Consejo Nacional de Radio y Televisión de Ucrania ordenó a los proveedores ucranianos que a partir de las 15:00 GMT dejaran de emitir programas de los principales canales rusos. Esto provocó reacciones en Rusia, donde el ministro de Asuntos Exteriores envió un comunicado a la OSCE denunciando una «violación a la libertad de expresión». En horas de la tarde, cinco cadenas rusas dejaron de emitir en territorio ucraniano.
En esa misma jornada, el alcalde de la ciudad de Járkov, Hennadiy Kernes, fue citado por la Fiscalía General de Ucrania, acusado de amenaza de homicidio, torturas, privación de la libertad y secuestro de personas.
El 13 de marzo un defensor del régimen ucraniano murió a manos de militantes prorrusos en los disturbios tras la concentración en la Plaza Lenin de Donetsk. También murió un manifestante prorruso y hubo varios heridos. Ese mismo día, más de 40 000 residentes de la ciudad de Járkov salieron a las calles para mostrar su apoyo al alcalde Hennadiy Kernes, que ha sido citado por la Fiscalía General de Ucrania, acusado de amenazas, tortura y secuestro. Además, unas 40 000 personas se manifestaron en varias ciudades de Rusia en apoyo a la población rusoparlante de Ucrania. Mientras, un tribunal de Kiev ordenó poner al alcalde de la ciudad de Járkov, Hennadiy Kernes, bajo arresto domiciliario parcial, obligándolo a quedarse en casa desde las 21:00 de la noche hasta las 7:00 de la mañana.
El 14 de marzo, dos personas murieron en Járkov, por disparos de nacionalistas ucranianos. Por la noche, las manifestaciones en Járkov se tornaron violentas, cuando una serie de disparos dejó como saldo dos fallecidos y cinco heridos, entre policías y activistas prorrusos. También se reportó que desconocidos lanzaron desde un edificio granadas de aturdimiento y cócteles molotov. El ministerio del Interior ucraniano responsabilizó al grupo ultranacionalista Pravy Sektor de haber comenzado el tiroteo mortal que se produjo en Járkov, en el este del país; una treintena de pistoleros pertenecientes a esta agrupación fueron detenidos.
El 15 de marzo, después de tres muertes en las protestas en Donetsk y Járkov, el presidente interino de Ucrania, Oleksandr Turchínov, hablando al parlamento, afirmó que el gobierno ruso estaba organizando y financiando protestas en el este de Ucrania y alertó sobre la amenaza de una invasión rusa del este del país. Por otro lado, Serguéi Lavrov afirmó que las autoridades rusas estaban analizando las solicitudes de actuar en defensa de ciudadanos residentes en Ucrania, en un contexto en el cual el presidente Vladímir Putin fue autorizado por el parlamento para implantar fuerzas armadas en Ucrania para proteger a los rusos étnicos y de lengua rusa. A pesar de ello, Lavrov también afirmó que «Moscú no puede y no tiene planes para invadir el este de Ucrania».
Ese mismo día manifestantes prorrusos atacaron un edificio de servicios de seguridad en Donetsk (donde izaron la bandera rusa), exigiendo la liberación de Pável Gubárev y el derecho a decidir por medio de un referéndum la separación de Ucrania y la anexión a Rusia. Más tarde asaltaron la sede regional del Ministerio del Interior. Al día siguiente se informó que un grupo de residentes detuvo en Lugansk un tren con tropas ucranianas que se dirigía hacia la frontera ruso-ucraniana para efectuar ejercicios militares. Un tribunal municipal de la ciudad de Járkov decretó el arresto de 25 participantes de los enfrentamientos del 14 de marzo.
El 16 de marzo, en Donetsk, manifestantes que llevaban banderas rusas y con colores de cinta de San Jorge (naranja y negro), marcharon y exigieron la dimisión del gabinete ministerial y la formación de un gobierno nacional de coalición, aprobado por «el pueblo». Entraron en el edificio de la Fiscalía e izaron la bandera rusa. Exigieron un referendo sobre el estatus del óblast de Donetsk como sujeto de la Federación Rusa y solicitaron la oficialidad del idioma ruso.
Ese mismo día las ciudades de Donetsk y Lugansk se celebraron al mismo tiempo mítines y manifestaciones de apoyo al referendo sobre la federalización de Ucrania y en apoyo a los referendos de Crimea y Sebastopol. En Donetsk marcharon unas 3000 personas. En gobierno local de Lugansk informó a los 300 manifestantes que marchaban que estaba prohibido organizar eventos públicos de todo tipo hasta el 30 de marzo. En Járkov, las autoridades locales prohibieron por razones de seguridad la organización en la plaza principal de un mitin sobre el tema de la federalización de Ucrania. Un grupo de manifestantes en Járkov se dirigieron y saquearon el edificio donde se encontraban las oficinas de agrupaciones de derecha. También quemaron símbolos y libros.
El primer ministro de Ucrania Arseniy Yatsenyuk dijo el 18 de marzo que el gobierno estaba trabajando en una «descentralización de la administración», en la que se le dará a las regiones, ciudades y distritos «amplios poderes y financiación necesarios para el desarrollo de dichas áreas». Estos cambios se verían reflejados en una nueva constitución. También dijo que se han recogido pruebas convincentes sobre la participación de los servicios secretos rusos en disturbios en el este ucraniano.
Ese mismo día, miembros de una manifestación con banderas rusas irrumpieron en el Ayuntamiento de Mariúpol. Exigieron que el Alcalde realizara una sesión especial del Consejo de la Ciudad para hacer frente a la cuestión de la celebración de un referéndum. También el mismo día, en el fronterizo país de Moldavia se reprodujeron ecos de las protestas ucranianas: Transnistria (región reclamada como parte de Moldavia) envió una solicitud para unirse a la Federación de Rusia, siguiendo el ejemplo de Crimea y en cumplimiento de las disposiciones de la Ley de Anexión. Esta petición fue enviada por su presidente, Mijaíl Burla, al presidente de la Duma Estatal. En 2006 se había celebrado un referéndum similar al de Crimea, donde se impuso por mayoría el mismo resultado de la anexión a Rusia. Luego, el presidente de Moldavia instó a Rusia a no considerar la anexión de Transnistria de la misma forma que lo hizo con Crimea. La región de Gagauzia también solicitó ser anexada a Rusia.
El 22 de marzo se produjo una manifestación en Melitopol sin carácter separatista, aunque defendía la realización de un referéndum para que los ciudadanos pudiesen decidir si desean estrechar lazos con la Unión Europea o con Rusia y si Ucrania debe convertirse en una federación.
El 23 de marzo se realizó una manifestación en Donetsk en defensa de la realización de un referéndum el día 25 de mayo, para que la región de Donbass pudiese firmar un acuerdo de unión aduanera con Rusia.
El 29 de marzo cerca de 300 personas participaron en una manifestación antifascista en Melitopol sin carácter separatista, aunque defendía la amistad con Rusia.
El 30 de marzo se produjeron manifestaciones en Járkov, Donetsk y Lugansk a favor de una mayor autonomía para las regiones situadas en el sureste.
Los habitantes de la zona de Arabátskaya —una pequeña franja de tierra del Óblast de Jersón que se extiende desde la península de Crimea hasta Ucrania continental, en la costa del mar de Azov— decidieron el 31 de marzo tras una reunión desplazar la frontera con Ucrania para formar parte de Rusia. El jefe del consejo de la localidad de Strelkóvoye fue acusado de «abuso de poder» y fue llevado ante la oficina local del Servicio de Seguridad Ucraniano, donde explicó que en realidad prentendían crean una «zona neutral» entre ambos países. Algunos habitantes de dicha localidad creen que deberían formar parte de Rusia.
El 6 de abril miles de personas se congregaron en varias ciudades ucranianas en protesta contra el Gobierno interino de Kiev. En Donetsk, los manifestantes rompieron el cordón policial, asaltaron un edificio de la administración regional y retiraron la bandera ucraniana, colocando en su lugar una bandera rusa. En esta ciudad, cerca de 2000 personas se habían congregado en la plaza de Lenin con banderas rusas y pancartas antigubernamentales pidiendo la federalización de Ucrania y estatus de oficialidad del idioma ruso. En Járkov, manifestantes acudieron a la plaza de la Libertad pidiendo la celebración de un referéndum sobre la federalización de Ucrania. Algunas personas llevaban banderas rusas. También ocurrieron protestas en Odesa (donde se armaron barricadas), Mikoláyiv y Lugansk. En esta última ciudad un asalto a la Dirección provincial del Servicio de Seguridad dejó ocho heridos.
El 7 de abril, en un edificio de la administración regional en la ciudad de Donetsk, manifestantes proclamaron la República Popular de Donetsk. La misma fue proclamada por unanimidad en una reunión celebrada en la sede de la Administración regional de Donetsk. Se declaró que la nueva república se establece dentro de los límites de la región de Donetsk, que se celebrará un referéndum antes del 11 de mayo y se decidió la creación de un Consejo Popular. Se informó de un ataque e intento de asalto a las oficinas de la televisora local. El embajador de Estados Unidos ante la OSCE, Daniel Baer, declaró que su país no reconocerá ni la república ni al referéndo. La nueva república también ha pedido que Rusia defienda de los «embates criminales» de Ucrania al pueblo ruso residente.
Un grupo de diputados regionales de Járkov asumió el control de las instituciones gubernamentales y proclamó la República Popular de Járkov (en ruso: Харьковская Народная Республика) anunciando que se preveía la realización de un referéndum. Según los manifestantes, la república se convertiría en un Estado soberano, que «establecerá relaciones con otros Estados de acuerdo con el derecho internacional». Además se han dirigido al presidente depuesto de Ucrania, Víctor Yanukóvich, para que legalice la iniciativa y a Rusia para que actúe de intermediaria y garante en el referendo.
Por la noche, manifestantes prendieron fuego la sede de la Administración de Járkov.7 de abril, Ucrania lanzó una operación para desalojar el edificio del Gobierno regional de Járkov tomado por activistas prorrusos y cerca de 70 independentistas fueron detenidos al día siguiente, según informó el ministro ucranio de Interior, Arsén Avákov.
A lo largo de la tarde del mismoEn la Rada Suprema fue presentado un proyecto de ley sobre la imposición del estado de emergencia en las regiones de Lugansk, Donetsk y Járkov. La ex primera ministra de Ucrania Yulia Timoshenko llegó a Donetsk, donde ofreció una rueda de prensa. Además, se reportó que Kiev envió militares a las zonas en conflicto.
Por su parte, el primer ministro interino, Arseni Yatseniuk, acusó directamente a Rusia de poner en marcha «un plan para desmembrar Ucrania». Mientras que el presidente interino Alexandr Turchínov, dijo que Rusia intentaba crear en el este del país un «escenario crimeo» y advirtió que el Gobierno prepara operaciones antiterroristas contra los manifestantes.
El 8 de abril manifestantes irrumpieron en la oficina de la Fiscalía regional en Lvov. Mientras tanto, la Administración regional de Dnepropetrovsk firmó un acuerdo de cooperación con los activistas prorrusos quienes se comprometieron a abstenerse de la incitación al separatismo.
Ese mismo día también fue tomado el edificio administrativo regional del Servicio de Seguridad de Ucrania en Lugansk y los manifestantes formaron barricadas. Más tarde se informó de que había aproximadamente 60 rehenes en el edificio y los separatistas que ocupaban el edificio tenían explosivos, un arsenal de más de 300 ametralladoras y un grupo prorruso anunció la proclamación de la República Parlamentaria de Lugansk (en ruso: Луганская парламентская республика). Los separatistas también tomaron el edificio de la administración del óblast de Lugansk y planeaban establecer el «Ejército Popular del Sureste Ucrania» con otros grupos de activistas de otras ciudades de la región. El 10 de abril, el líder de la insurgencia, Alekséi Mozgovói, visitó Moscú y se reunió con el político de extrema derecha, Vladímir Zhirinovski y Serguéi Mirónov pidiendo su apoyo.
El 28 de abril, en el óblast de Lugansk los federalistas proclamaron la «República Popular de Lugansk», En la localidad de Schastie los ciudadanos detuvieron a 20 miembros de un «batallón policial especial de supresión del separatismo» junto con su comandante y los entregaron a las fuerzas de seguridad de la República Popular de Lugansk en la capital de la región. El 29 de abril, cerca de 3000 personas participaron conjuntamente con milicianos de la República Popular de Lugansk en la ocupación de la sede de la administración del óblast de Lugansk. Los federalistas también tomaron el ayuntamiento de la ciudad de Pervomaisk.
El gobierno ucraniano prometió el 9 de abril poner fin a las protestas en el este del país en el transcurso de 48 horas. Según el ministro de Interior de Ucrania, Arsén Avákov, la situación será resuelta durante 48 horas «por medio de negociaciones o por medio de la fuerza». También prometió delegar más poder a las regiones y dio garantías de que el idioma ruso «no se restringirá de ninguna manera». Además, las fuerzas policiales dejaron de acordonar el edificio de la Administración Regional de Járkov tras una operación policial en la cual fueron detenidos 64 manifestantes que apoyaban la federalización de Ucrania. Además, en los suburbios de las ciudades de Donetsk y Lugansk, hubo gente formando barreras humanas para obstaculizar el paso de militares ucranianos. Por su parte, las autoproclamadas autoridades del Gobierno de la República Popular de Donetsk anunciaron el 9 de abril que publicarían sus decretos y controlarían todas las ciudades de la región. El 10 de abril anunciaron la creación de un «Ejército Popular».
Ese mismo 10 de abril el presidente interino de Ucrania prometió amnistiar a los manifestantes que ocuparon los edificios administrativos en el este del país si abandonaban los edificios y entregaban las armas. La Corte regional de Járkov decretó un arresto de 60 días para cuatro de los 65 manifestantes que ocuparon la Administración regional de Járkov. En Odesa ocurrieron enfrentamientos entre prorrusos y partidarios del Euromaidán que retuvieron en un hotel al candidato presidencial Oleg Tsariov. Los diputados del Consejo regional de Lugansk promovieron la convocatoria de un referendo sobre la federalización de Ucrania con garantías para su integridad territorial y exigieron dotar al idioma ruso del estatus de segunda lengua oficial. En Sebastopol (en Crimea) miles de personas se reunieron en un mitin de apoyo al sureste de Ucrania, en especial a las regiones del Donbass y Lugansk.
Ese mismo día, los manifestantes de Donetsk y el gobernador provincial, Serguéi Taruta, negociaron sin llegar a ningún acuerdo. Taruta proponía patrullas mixtas entre la policía, la guardia de tráfico y los manifestantes, el desalojo del edificio de la Administración (con posibilidad para los separatistas de instalarse en otro edificio distinto), creación de un grupo mixto para reformular los planteamientos de un referéndum en mayo, sesiones mixtas entre el Parlamento regional y el Consistorio municipal y amnistía para los ocupantes del edificio. Los hombres respondieron que consideraban posibles las patrullas mixtas y que estaban dispuestos a ceder dos pisos del edificio de la Administración para que pudieran trabajar los funcionarios necesarios para el pago de pensiones, subvenciones y sueldos y pidieron la liberación de los acusados de separatismo, como Pável Gubárev. El gobierno regional no aceptó la contrapropuesta.
Por su parte, los separatistas de Donetsk votaron decidiendo establecer lazos con Rusia, Kazajistán, Bielorrusia y las instituciones internacionales como las Naciones Unidas para romper con Ucrania. Se reportaron ataques de grupos separatistas a periodistas bielorrusos por hablar idioma bielorruso, y no ruso. Las autoridades construyeron barricadas en las entradas de la ciudad de Zaporizhia para evitar que los manifestantes y los separatistas rusos y prorrusos entraran en la ciudad. Las autoridades regionales de Donetsk (designadas en Kiev) anunciaron que estaban dispuestas a celebrar un referéndum sobre el estatus de la región, con la condición de que se liberara el edificio de la administración.
El jefe del Gobierno ucranio mantuvo el 11 de abril, en una breve visita a las zonas del Este ucraniano, una reunión con políticos, funcionarios y empresarios en Donetsk. Allí Rinat Ajmétov, magnate dueño de la primera fortuna del país y residente de Donetsk, dijo que la situación de la región «es muy difícil» y lo que «la gente quiere que se escuche la voz de Donbás» y «una vida mejor». Sentenció que es necesario una negociación con los prorrusos para llegar a un acuerdo. El magnate afirmó que apoya la cooficialidad del ruso con el ucranio y la descentralización del poder y que por la noche del 7 de abril visitó el edificio tomado por manifestantes.
A partir del 12 de abril, se inician enfrentamientos armados que incluyeron combates de distintas proporciones y la captura de prisioneros de ambos bandos en el conflicto armado en el este de Ucrania de 2014.
El 30 de abril, el presidente interino ucraniano reconoció que las fuerzas de seguridad bajo las órdenes de Kiev «no son capaces de controlar la situación en Donetsk y Lugansk». Una fuente del Estado Mayor ucraniano informó además que el asalto a las sedes públicas y puestos fortificados que los milicianos controlan se iniciaría el 2 de mayo, como en efecto ocurrió en Sloviansk y Kramatorsk.
Una multitud marchó por las calles del centro de Odesa el Primero de Mayo con pancartas que rezaban «Odesa es una ciudad heroica», «¡Referéndum!» y «El fascismo no pasará». El desfile llegó hasta Campo Kulikovo, donde los activistas de Alternativa Popular tienen un campamento para recoger firmas en apoyo de un referéndum sobre la descentralización del poder, la oficialidad de la lengua rusa y la dirección de la política exterior del país. Los manifestantes anunciaron que no abandonarán el sitio hasta que las autoridades ucranianas cumplan con las exigencias de un referéndum y la liberación de sus compañeros detenidos por el Servicio de Seguridad de Ucrania.
El 2 de mayo, también en Odesa, cuatro personas fallecieron tras enfrentamientos entre partidarios y opositores del gobierno de Kiev. Se encontraba hospitalizado por traumatismos el concejal provincial Alexéi Alba, uno de los organizadores de la recogida de firmas a favor de un referéndum sobre la organización territorial federal.
Posteriormente, en la misma jornada, 46 personas murieron en un incendio intencionalmente provocado por militantes del movimiento ultranacionalista y pro-Euromaidán Sector Derecho, en la Casa de los Sindicatos. Más de 30 personas murieron asfixiadas por el humo dentro de la edificación y 8 al lanzarse por las ventanas para tratar de escapar del fuego. Entre los supervivientes hubo 214 heridos, de los cuales 50 de ellos fueron hospitalizados, incluyendo 10 policías. Las personas que lograban escapar del edificio en llamas eran golpeadas a las puertas del edificio por los atacantes de Sector Derecho. Un militante de Sector Derecho partícipe del ataque contra el edificio, Vitali Umanets, publicó en YouTube el vídeo de los hechos con el título «Humo a los separatistas». También se informó sobre un grupo de unas 50 personas atrapadas en la azotea del edificio que se negaban salir por su seguridad. Además, se reportaron 144 detenidos.
Estados Unidos y Rusia condenaron la masacre. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia responsabilizó al gobierno ucraniano por el incidente. Las autoridades locales decretaron tres días de luto.
El 4 de mayo sendas manifestaciones de residentes Odessa se expresaron frente a la sede de la representación del ministerio del Interior donde estaban presos parte de los 200 activistas de Alternativa Popular detenidos por autoridades ucranianas. Ante los manifestantes, 67 activistas fueron puestos en libertad. Entre los liberados hay varios sobrevivientes del mortífero incendio del 2 de mayo. Una multitud de residentes de Odessa, que incluyó a muchas mujeres y personas de edad avanzada aplaudió y abrazó a los activistas liberados, pero los manifestantes declararon luego que van a mantener su protesta hasta que sean liberado todos los activistas detenidos.
El 24 de mayo las autoproclamadas repúblicas populares de Lugansk y Donetsk anunciaron la creación del Estado Federal de Nueva Rusia, cuyo objetivo último es la asociación con la Federación Rusa.[cita requerida] Pável Gúbarev declaró que se planea la entrada de otras seis regiones de Ucrania a este nuevo Estado: Dnepropetrovsk, Zaporozhie, Odesa, Mikoláyiv, Jersón y Járkov. A su vez, la separación de estas regiones se llevaría a cabo mediante referéndums.
La OTAN mostró el 10 de abril veinte imágenes de satélite de bases con tropas del Ejército Ruso acampando en las cercanías de la frontera con Ucrania, calculando que hay entre 35.000 y 40.000 soldados con tanques y aviones de combate «listos» para actuar y que podrían avanzar en el este de Ucrania «en horas». «Es inusual una concentración militar tan grande y tan rápida en esa zona», aseguró el director del Centro de Gestión de Crisis y Operaciones Gary Deakin. Las fotografías fueron tomadas supuestamente los días 26 y 27 de marzo y 2 de abril y la organización aseguró que hay «más de cien bases temporales». Algunas de las imágenes fueron capturadas cerca de las ciudades de Kuzminka, Belgorod y Buturlinovka, entre otras del óblast de Rostov.
Por su parte, el Estado Mayor General de Rusia declaró «que las fotos tomadas por satélites de la OTAN de tropas rusas supuestamente desplegadas cerca de la frontera ucraniana fueron obtenidas en realidad por la Alianza Atlántica en agosto de 2013», cuando se realizaban ejercicios militares. Además, la cancillería rusa declaró en reiteradas ocasiones que Rusia no lleva a cabo en la frontera ucraniana ninguna actividad militar «inusual o imprevista».
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