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Snooker



El snooker es una modalidad británica del billar para dos jugadores, practicada en una mesa más larga de lo habitual, que se juega con un taco y 22 bolas: una blanca para impulsar al resto, 15 rojas que valen un punto cada una, y 6 de colores diferentes: amarillo (2 puntos), verde (3 puntos), marrón (4 puntos), azul (5 puntos), rosa (6 puntos) y negro (7 puntos).[1]

Los jugadores deben embocar sucesivamente en las troneras una bola roja y otra de color, que será repuesta mientras haya rojas en la mesa.[1]​ Cuando ya no queden más rojas, las bolas de color deben meterse en su orden de puntuación.[1]​ Cada acierto suma puntos al marcador; si la persona deja de embocar o comete una falta, cede su turno al rival. Los partidos se dividen en tandas (frames) y el jugador que haya ganado más tandas entre las disputadas se proclama vencedor de la partida.[1]

Este juego fue inventado en el siglo XIX por los militares del Ejército Británico destinados en el Raj, y posteriormente se exportó a Inglaterra.[2]​ La mayoría de sus practicantes proceden del Reino Unido, de los países de la Mancomunidad de Naciones, y desde el siglo XX de China y el Sudeste Asiático. La competición más importante es el Campeonato del Mundo, celebrado cada año en Sheffield desde 1927.[3]

El snooker no ha sido deporte olímpico nunca, pero sí formó parte de los Juegos Paralímpicos entre 1960 y 1976 y entre 1984 y 1988.[4]

El snooker es un derivado del billar que comenzó a practicarse a mediados del siglo XIX. Los militares británicos destinados en Jabalpur (India) desarrollaron en la década de 1870 una variante del Black Pool, con 15 bolas rojas y una negra, al que se añadieron cuatro bolas de colores con una puntuación asignada.[2]​ Se atribuye la invención de esta modalidad al oficial Neville Chamberlain,[5]​ quien en 1938 publicó una carta —corroborada por Compton Mackenzie— en la que explica el origen de la palabra snooker: un término peyorativo que los generales usaban para referirse a los cadetes, adaptado más tarde al juego.[5][6]​ No obstante, la persona que lo exportó a Inglaterra fue el jugador de billar John Roberts, Jr.[5]

El reglamento del snooker fue unificado a comienzos del siglo XX. Originalmente había cuatro bolas de color: amarilla, verde, rosa y negra. Las bolas marrón y azul se añadieron años más tarde.[6]

En 1927, el profesional del billar Joe Davis organizó la primera edición del Campeonato Mundial de Snooker en Sheffield, Inglaterra.[3]​ Davis ganó las quince primeras ediciones de este torneo hasta su retirada en 1946.[7]​ No obstante, en la década de 1950 hubo una serie de disputas federativas que afectaron a la popularidad del snooker, relegado por el billar inglés y el pool, e incluso supusieron la cancelación del Campeonato del Mundo entre 1958 y 1963. Dichos problemas quedaron solucionados en 1968 con el nacimiento de la Asociación Profesional Mundial de Billar y Snooker (WPBSA).[8]

Formó parte de los Juegos Paralímpicos desde la primera edición de Roma 1960 hasta la de Seúl 1988.

El snooker recuperó su prestigio gracias a la televisión. El responsable de programación de BBC Two, David Attenborough, organizó en 1969 la primera edición del torneo de snooker Pot Black para mostrar el potencial técnico de la televisión en color.[9]​ El éxito de audiencia de este espacio convertiría al snooker en un habitual de la programación televisiva británica,[9]​ si bien la BBC no retransmitió el Campeonato del Mundo hasta 1978.[10][11]​ Desde entonces, el snooker se ha consolidado como una modalidad muy popular en Reino Unido, la Mancomunidad de Naciones y los países de Asia Oriental.[12]

La mecánica del snooker es marcar más puntos que el rival, embocando las bolas objetivo —15 rojas y 6 de color— en el orden correcto. Los jugadores hacen turnos para lanzar y cada uno deberá impulsar la bola blanca con la punta del taco (tacada) para introducir las bolas restantes en las troneras. Por norma general, debe embocarse sucesivamente una bola roja y otra de color; si el jugador no entrona o comete falta, cede su turno al rival.[1]

Una partida de snooker (match) está dividida en tandas (frames). El jugador se adjudica el frame si al final del mismo tiene más puntos que su rival.[1]​ Las partidas profesionales suelen ser al mejor de 9 tandas (best of nine), mientras que en torneos asciende al mejor de 11, 15 o 17 tandas. La final del Campeonato Mundial de Snooker es al mejor de 35 tandas y dura dos días.[13]

Las partidas de snooker incluyen un árbitro que vela por el cumplimiento de las reglas, coloca las bolas sobre el tapete si es necesario y recuerda a los jugadores su puntuación.[1]

Al comienzo de cada frame se colocan las bolas según una disposición específica, reflejada en la imagen. Cada bola que se emboca tiene asignada una puntuación. Las rojas valen 1 punto y las de color tienen el siguiente valor: amarillo (2), verde (3), marrón (4), azul (5), rosa (6) y negro (7). De este modo, al meterlas se otorgan puntos que suben al marcador del jugador en el frame.[1]​ Si no estuviese claro, la bola objetivo debe ser anunciada antes de efectuar la tacada.[1]

El jugador que inicia la partida debe golpear siempre al rojo en primer lugar. Las bolas rojas se disponen en formación triangular, mientras que las de color tienen una colocación específica en puntos (spots) marcados en el tablero. La bola blanca se coloca dentro de una media luna (D-Zone), en la posición que prefiera el jugador que va a lanzar.[14]

Las bolas rojas nunca son repuestas en la mesa una vez han sido embocadas.[15]​ En cambio, las de color deben ser ubicadas de nuevo en su posición de salida si aún quedan rojas en la mesa. En caso de que su lugar esté ocupado, se recolocan en el punto libre de mayor valor. Cuando todas las bolas rojas han sido entroneradas, las de color deben embocarse por orden de puntuación: amarillo, verde, marrón, azul, rosa y negro.[1]

También se conceden puntos a un jugador si su oponente incurre en falta. Las más comunes son errar el golpeo de la bola correcta (por ejemplo, dar a una de color cuando debía tocarse la roja), meter la bola blanca en la tronera, tocar con el taco otras bolas, elevar la bola blanca para que salte sobre otra, o tocar la bola blanca dos veces de una tacada.[15]​ Si se golpea una bola objetivo pero se mete otra de rebote en la misma tacada, se considera falta si la bola objetivo no entra primero. Las penalizaciones varían en función de la bola implicada: 4 puntos (de bola roja a marrón), 5 (azul), 6 (rosa) y 7 (negra), otorgados al rival.[16]

La puntuación consecutiva en una tanda se llama break. La partida perfecta es conseguir un break máximo de 147 puntos, lo que significa que se han metido 36 bolas consecutivas: todas las 15 rojas, encadenadas con 15 bolas negras como único color, y luego las 6 de color en su orden.[17]Ronnie O'Sullivan es el jugador que más «147» ha hecho a lo largo de su carrera profesional.[18]

Las partidas de snooker se juegan en una mesa de billar más grande de lo habitual: 3,6 metros de largo por 1,8 metros de ancho, también llamada de «doce pies», con una superficie de fina bayeta verde. Hay seis troneras: cuatro en cada esquina y dos más en el centro de las bandas largas, con una red de malla por debajo que permite al árbitro extraer la bola. Cada tronera tiene contornos redondeados para dificultar la entrada de la bola tras un rebote. Sobre el tapete hay dibujada una línea blanca horizontal con una media luna, y dentro de la misma se colocará la bola blanca para el saque.[14]

Al principio de cada partida debe haber 22 bolas: una blanca de golpeo, 15 rojas y otras 6 de color (amarillo, verde, marrón, azul, rosa y negro). Las bolas de snooker miden 52,5 mm de diámetro, algo más pequeñas que las bolas de billar americano.

Los accesorios más habituales en el snooker son la tiza de billar (generalmente de carbonato de calcio), un triángulo de billar para colocar las bolas rojas, y un marcador. El taco de snooker mide 140 centímetros de largo con unos 9 mm de diámetro en la punta. Si la bola blanca está demasiado alejada para hacer bien el puente con la mano o hay un obstáculo, el jugador puede utilizar palos extensivos (puente mecánico) con forma de cruz o herradura que ayudan a hacer la tacada.

El marcador de snooker ayuda a llevar la puntuación de la partida. Tradicionalmente se usaban ábacos para sumar tanto los puntos como los break, aunque han sido reemplazados por los marcadores electrónicos.

Se llama cannon cuando el jugador golpea la bola blanca no solo con ánimo de embocar la bola objetivo, si no también para desplazar otras. El objetivo de esta jugada estratégica es mejorar la disposición del resto de bolas, generalmente las rojas, para poder encadenar un break con mayor facilidad.[19]

Si la bola blanca se detiene quedando en contacto con una o varias bolas objetivo, el árbitro debe notificar la existencia de touching ball. Ante eso, el jugador con turno deberá hacer la tacada de forma que la touching ball no se mueva, pues de lo contrario se considera que la ha tocado y cometería falta. Si está en posición de embocar alguna, deberá indicar al árbitro la bola que quiere meter en la tronera, sin rozar la otra que está en situación de touching ball.[20]

Cuando el jugador no tiene opciones de hacer una tacada en línea recta entre la bola blanca y el objetivo, pues la bola blanca está total o parcialmente bloqueada por otra bola de color, se dice que existe una «situación de snooker» (snookered). Se trata también de una jugada estratégica porque dificulta las opciones de tiro del rival, ya que cometería falta si golpea la otra bola que está fuera de juego. Hay que tener en cuenta que está prohibido saltar la bola blanca por encima del obstáculo, por lo que debe hacerse una tacada en línea recta o hacia las bandas.[21]

Se considera free ball cuando, después de una falta, se produce sobre la mesa una situación de snooker y el jugador de turno quiere ejercer su derecho a tiro, nominando cualquier bola como objetivo. Si todavía quedan bolas rojas sobre la mesa, esa bola tendrá el valor y características de las bolas rojas: valdrá un punto y con posibilidad de seguir realizando un juego normal. Si ya no quedan rojas sobre la mesa, esa bola tendrá el valor de la bola que se debería jugar. Una vez se completa la tacada, si se emboca la free ball se recolocará en su punto sobre la mesa y se sumará su valor al marcador. Esta norma no se puede señalar cuando solo quedan sobre la mesa las bolas rosa y negra.[22]

Se considera «falta y fallo» (foul and a miss) cuando el jugador no consigue golpear la bola objetivo y el árbitro valora que estaba en disposición de hacerlo.[23]​ Hay dos excepciones a esta regla: si sólo queda la bola negra sobre la mesa, o ante situaciones donde el golpeo resulta imposible (por ejemplo, en touching ball). En ambos casos, el árbitro tendrá en cuenta la intencionalidad por golpear la bola objetivo, pues de lo contrario sí puede indicar falta y fallo.[23]

Después de señalizarse esta infracción, el rival puede jugar su turno, o bien pedir al infractor que repita su tiro, ya sea desde la posición inmediatamente anterior a la falta o desde la nueva posición de la bola blanca. En ese último caso, el objetivo será el mismo que en el anterior: cualquier roja, la de color anunciada o una de color elegida por el rival.[24]

Desde 1968, la organización que regula el snooker profesional es la Asociación Profesional Mundial de Billar y Snooker (WPBSA, más conocida como World Snooker).[25]​ El juego a nivel amateur corre a cargo de la Federación Internacional de Billar y Snooker (IBSF).[26]

Los jugadores profesionales integran la clasificación general de la World Snooker, creada en la temporada 1976/77.[25]​ Las puntuaciones del ranking dependen de las actuaciones y títulos de los dos últimos años. La élite del snooker, formada por los 16 mejores clasificados, se mete directamente en los torneos organizados por la WPBSA. El grueso de competidores está formado además por los 64 jugadores con más ingresos en premios, otros 30 con tarjeta de invitación por su desempeño, campeones juveniles e internacionales, aspirantes del Players Tour Championship, miembros del Q School e incluso plazas de cuota para continentes sin representación (África, América y Oceanía).

El evento más importante es el Campeonato Mundial de Snooker, organizado anualmente desde 1927 (a excepción de la Segunda Guerra Mundial y el periodo entre 1958 y 1963). Se celebra en mayo en el Crucible Theatre de Sheffield bajo un sistema de eliminación directa, en la fase clasificatoria y en la ronda final de 32 participantes. El Campeonato del Mundo es la prueba más prestigiosa, tanto en reconocimiento profesional como en la cuantía económica: 300.000 libras esterlinas para el ganador. Además, se retransmite por televisión en la BBC y en Eurosport. Durante décadas estuvo apoyado por Imperial Tobacco, pero la restricción a los patrocinios deportivos de las tabaqueras en suelo británico ha motivado que hoy lo auspicien diversas casas de apuestas online.

Por debajo del Mundial se encuentran los torneos valederos para la clasificación general, entre los cuales el más prestigioso es el Campeonato del Reino Unido (noviembre); los eventos del Players Tour Championship (en el que también compiten aspirantes al circuito de élite) y los campeonatos por invitación, como el Master de Snooker (enero) y el Champion of Champions (octubre). Los torneos por invitación no suman puntos en el ranking de la World Snooker.

La temporada de snooker comienza a finales de junio (generalmente con el Open de Australia) y concluye en mayo del año siguiente con el Campeonato del Mundo.

Desde la primera competición profesional hasta nuestros días, ha habido un número escaso de personas que hayan tenido éxito en el snooker de alta competición. El circuito profesional está restringido y los mejores jugadores viven de las ganancias de los torneos, por lo que mantenerse en la clasificación general de la World Snooker es vital para sus intereses.[25]

El pionero del snooker profesional fue el británico Joe Davis (1901-1978), organizador del primer Campeonato Mundial de Snooker en 1927 y ganador del mismo durante las primeras quince ediciones, retirándose imbatido en 1946 luego de su reinstauración al acabar la Segunda Guerra Mundial.[25][27]​ Davis era un experto del snooker y del billar inglés; su dominio era tal que solo le derrotaron cuatro veces mientras estuvo en activo, todas ellas por su hermano menor Fred Davis (1913-1998).[27]​ El declive posterior del snooker complicó la certificación de resultados, aunque las siguientes décadas tuvieron dominadores claros, todos procedentes del Reino Unido: los ingleses John Pulman y John Spencer (años 1960), el galés Ray Reardon (años 1970),[28]​ el inglés Steve Davis y el norirlandés Alex Higgins (años 1980).[29][30]

El número de jugadores profesionales ha crecido gracias a las retransmisiones televisivas y a la creación de la Asociación Mundial, lo que ha permitido desarrollar nuevas competiciones. Al Campeonato del Mundo se sumaron dos nuevos torneos internacionales: el Master de Snooker (1975) y el Campeonato del Reino Unido (1977), que desde 1984 está abierto a jugadores no británicos. Además, la WPBSA creó una clasificación general para controlar el nivel competitivo de los eventos más importantes.[25]​ En los años 1990 destacaron el escocés Stephen Hendry, como el hombre que más títulos de ranking ha ganado (36),[31]​ y el inglés Ronnie O'Sullivan, con su récord de máximos break de 147 puntos.[18]​ Sin embargo, desde el siglo XXI no ha habido alguien que destacase sobre los demás, en parte gracias al desarrollo profesional en los países miembros de la Mancomunidad de Naciones y en China.

El australiano Neil Robertson se convirtió en 2014 en el primer no-británico que obtuvo la Triple Corona.[32]

Se conoce como «Triple Corona» a la consecución de los tres torneos de snooker más importantes: el Campeonato del Reino Unido, el Masters y el Campeonato del Mundo. La siguiente lista recoge los jugadores que la han ganado y el año de consecución:



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