x
1

Tártaro (mitología)



En la mitología griega, el Tártaro (Tartărus,[1]​ y éste del griego antiguo: Τάρτᾰρος,[2]​ Τάρταρος[3]​, romanización: Tártăros, Tártarospronunciación: clásica: tártaros, Koiné: tˈartaro̞s, bizantina: tˈartaros)[4]​ es un profundo abismo usado como una mazmorra de sufrimiento y una prisión para los titanes.[3]​ Se encontraba bajo el inframundo, tan profundo a este como Gea (tierra) y Ponto (mar) lo eran a Urano (cielo).[3]​ Según el Fedón (ca. 400 a. C.) de Platón, el Tártaro era el lugar donde las almas eran juzgadas después de la muerte y donde los malvados eran castigados. En la Teogonía de Hesíodo, Tártaro es el tercero de los dioses primordiales después de Caos y Gea, pero anterior a Erebo. [5]​ Fue el padre, con Gea, del monstruo Tifón, y de Campe.[6]​ Según Higino; Tártaro es del linaje de Éter y Gea.[7]

En la mitología griega, el Tártaro es tanto una deidad como un lugar del mundo inferior, más profundo incluso que el Hades. En antiguas fuentes órficas y en las escuelas mistéricas es también la «cosa» ilimitada que existió primero, de la que nacieron la Luz y el Cosmos.

En su Teogonía, Hesíodo cuenta que Tártaro era una de las deidades primordiales, junto con Caos, Gea y Eros, y padre de Tifón. También asevera que un yunque de bronce caerá desde el cielo durante nueve días hasta alcanzar la Tierra, y que tardará nueve días más en caer desde ahí al Tártaro. En la Ilíada, Zeus dice que el Tártaro está «tan por debajo del Hades como la tierra lo está del cielo». Al ser un lugar tan alejado del sol y tan profundo en la tierra, está rodeado por tres capas de noche, que rodean un muro de bronce que a su vez abarca el Tártaro.

Mientras que, según la mitología griega, el Hades es el hogar de los muertos, el Tártaro tiene además una serie de habitantes. Cuando Cronos, el Titán reinante, tomó el poder encerró a los Cíclopes y Hecatónquiros en el Tártaro. Zeus los liberó para que le ayudasen en su lucha con los Titanes. Los dioses del Olimpo terminaron derrotándolos y arrojaron al Tártaro a muchos de ellos (Atlas, Crono, Epimeteo, Metis, Menecio y Prometeo son algunos de los que no fueron encerrados). En el Tártaro los prisioneros eran guardados por gigantes, cada uno con 50 enormes cabezas y 100 fuertes brazos, llamados Hecatónquiros. Más tarde, cuando Zeus venció al monstruo Tifón, hijo de Tártaro y Gea, también lo arrojó al mismo pozo.

En mitologías posteriores, el Tártaro se convirtió en el lugar donde el castigo se adecua al crimen. Por ejemplo Sísifo, que era un ladrón y un asesino, fue condenado a empujar eternamente una roca cuesta arriba sólo para verla caer por su propio peso. También allí se encontraba Ixión, el primer humano que derramó sangre de un pariente. Hizo que su suegro cayese a un pozo lleno de carbones en llamas para evitar pagarle los regalos de boda. Su justo castigo fue pasar la eternidad girando en una rueda en llamas. Tántalo, que disfrutaba de la confianza de los dioses conversando y cenando con ellos, compartió la comida y los secretos de los dioses con sus amigos. Su justo castigo fue ser sumergido hasta el cuello en agua fría, que desaparecía cada vez que intentaba saciar su sed, con suculentas uvas sobre él que subían fuera de su alcance cuando intentaba agarrarlas.

En la mitología romana, el Tártaro es el lugar a donde se enviaba a los pecadores. Virgilio lo describe en Libro VI de la Eneida como un lugar gigantesco, rodeado por el flamígero río Flegetonte y triples murallas para evitar que los pecadores escapen de él. Está guardado por una hidra con cincuenta enormes fauces negras, que se sentaba en una puerta chirriante protegida por columnas de diamante. Dentro, hay un castillo con anchas murallas y un alto torreón de hierro. Tisífone, la Furia que representaba la venganza, hace guardia insomne en lo alto de este torreón, azotando un látigo. Dentro hay un pozo del que se dice que profundiza en la tierra el doble de la distancia que hay entre la tierra de los vivos y el Olimpo. En el fondo de este pozo están los Titanes, los Alóadas y otros muchos pecadores. Dentro del Tártaro hay muchos más pecadores, castigados de forma parecida a los de los mitos griegos.

La versión griega de la Biblia conocida como Septuaginta, utiliza el término Tártaro en el Libro de Job (Job 40:20 y 41:32, 42 en algunas versiones) como traducción del hebreo הַשָּׂדֶ֗ה (haśśāḏeh) que las demás versiones interpretan como "del campo". El texto griego del Libro de Enoc refiere que Dios puso al arcángel Uriel "a cargo del Mundo y del Tártaro" (1 Enoc 20:2). En la misma obra se indica que el Tártaro es el lugar donde fueron encarcelados los doscientos ángeles caídos conocidos como Grigori o Vigilantes.[8]​ Los Oráculos Sibilinos, obra judía pero que pretendía ser considerada pagana, menciona repetidamente al Tártaro como sinónimo del Seol.

El sustantivo Tártaro no es usado en el Nuevo Testamento, pero sí la forma verbal ταρταρόω (tartaròō) que es una forma apocopada del griego clásico κατα Ταρταρὁω (kata-tartaròō) "arrojar hacia abajo al Tártaro", en un único pasaje de la Segunda Carta de Pedro (2:4) un escrito que se cuenta entre los más tardíos de la Biblia. Este pasaje ha sido visto por los estudiosos como un eco de la mención del Tártaro en el Libro de Enoc.[9]​ El texto gnóstico Hipóstasis de los Arcontes, descubierto en Nag Hammadi, presenta al Tártaro como el lugar al cual Zoe, la hija de Sofía, arroja a Ialdabaoth, el Demiurgo. [10]

Tártaro aparece como un elemento del universo ficticio de las novelas del escritor Rick Riordan que tienen como protagonista a Percy Jackson. A semejanza del resto de la serie, se basa en la mitología griega: es un lugar del inframundo donde los espíritus de los monstruos derrotados viajan y se someten a la regeneración, permitiéndoles regresar finalmente a la Tierra. Al igual que los antiguos griegos, Riordan también personifica a Tártaro como un ser sensible; en este caso, esposo de Gea y padre de los Gigantes.

En la novela Titán de Stephen Baxter, los astronautas denominan "Base Tártaro" a su lugar de aterrizaje en lel satélite de Saturno; Titán.

En la serie de manga Fairy Tail, Tártaro es el nombre de uno de los tres principales gremios oscuros (miembro de la Alianza Balam).

En la serie infantil My Little Pony: La Magia de la Amistad, el Tártaro es el lugar donde se encierra a los prisioneros más peligrosos y poderosos.

Tartarus es uno de los principales lugares en Persona 3 pero en lugar de ser un sitio subterráneo, es una torre alta que sólo aparece en la noche, durante la Hora Oscura.

Tártaro es también el nombre del jefe final en el videojuego Halo 2, rival principal del Inquisidor.

En el videojuego Geometry Dash existe un nivel llamado "Tartarus", considerado el más difícil.

En las simulaciones de Assassin's Creed: Odyssey los prisioneros se escapan del Tártaro con el objetivo de llegar al mundo de los vivos.[11]

En el videojuego Hades, el protagonista Zagreo (hijo de Hades) busca escapar desde su hogar en lo más profundo del inframundo hasta la superficie, siendo la etapa inicial el Tártaro.

En el videojuego Age of Mythology, la historia de la campaña trata de los intentos del titan Chronos por escapar del Tártaro.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Tártaro (mitología) (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!