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San Vicente del Raspeig



San Vicente del Raspeig[2]​ (en valenciano y cooficialmente, Sant Vicent del Raspeig [san viˈsɛnt deɫ rasˈpet͡ʃ]) es una ciudad y municipio español, situado al noroeste del área metropolitana de Alicante, en la provincia de Alicante, Comunidad Valenciana. Cuenta con 58 978 habitantes (INE, 2020).

En el término municipal de San Vicente del Raspeig se encuentra, desde su fundación en 1979, el campus de la Universidad de Alicante. Este hecho le ha valido para colocársele desde entonces la etiqueta de ciudad universitaria y de residencia. Los núcleos urbanos de Alicante y de San Vicente forman un continuo urbanizado, además de poseer comunicaciones entre sí como tren Cercanías, tranvía TRAM (L2) o el autobús de línea n.º 24.

El topónimo del municipio surgió a raíz de la estancia de San Vicente Ferrer en las tierras de El Raspeig sobre 1411. El municipio creció alrededor de una ermita situada en El Raspeig. Desde el siglo XVII, al menos, se documenta la existencia en distintos protocolos notariales de los primeros núcleos de población habitados en El Raspeig. El carácter de lugar de paso y a la vez cruce de caminos de sus tierras ha marcado su desarrollo histórico a lo largo de siglos. Su independencia total llegó en 1848 tras años de un dilatado proceso segregacionista de la ciudad de Alicante. Posteriormente, en el siglo XX se produjo la industrialización del municipio y su inclusión en el área metropolitana de Alicante, con el consiguiente crecimiento demográfico. A finales del siglo XX el municipio experimentó una extensión urbanística muy importante que sumado al proceso de desindustrialización ha acabado convirtiendo al municipio en residencial.

El escudo de armas del pueblo de San Vicent del Raspeig, tiene su origen sobre 1960, aunque no fue publicado oficialmente en el BOE hasta 1970, y es obra de José Rodríguez Torregrosa, exalcalde de San Vicente del Raspeig.[3]

La tipología externa que presenta el blasón municipal corresponde a un escudo cortado con corona real y lema. La mitad inferior del escudo presenta un fondo de color verde (color tradicionalmente vinculado a las comunidades de simbología islámica). La mitad superior del escudo sanvicentero vincula a una comunidad histórica de base medieval que comparte los diversos territorios y nacionales que formaban parte de la antigua Corona de Aragón; se trata de las cuatro barras rojas (Barras de Aragón) sobre fondo dorado o amarillo.

La corona que aparece sobre el escudo es un símbolo de la vinculación tradicional de las tierras sanvicenteras a la jurisdicción real, y por tanto, foral. Las cuatro flores de almendro que se reparten a los lados izquierdo y derecho de la mitad inferior, simbolizan el culto ancestral que las civilizaciones mediterráneas han profesado a la naturaleza.

Las dos herraduras de oro que hay en el centro de la mitad inferior, pueden recordar la leyenda de la pérdida de la herradura del burro de fray Vicente Ferrer al llegar al Raspeig. La herradura aparece también en el escudo de la familia judeoconversa de los Ferrer. El hecho de que las herraduras del blasón sean precisamente de siete llaves nos puede hacer pensar el simbolismo positivo que tiene este número a la cultura de raíz judía y a la propia cultura popular española. Las herraduras constituyen un símbolo de una de las principales actividades de los habitantes sanvicenteros del siglo XVIII, XIX, y primeros del XX: los acarreadores.

El lema Sequet però Sanet reproduce, según la leyenda popular, la contestación que Vicente Ferrer dio a un labrador del Raspeig cuando éste le pedía agua para los campos secos. La permanencia de estas palabras en la cultura popular y en la heráldica local identifica San Vicente del Raspeig con el conjunto de territorios de lengua catalana y más concretamente con los que hablan la variante valenciana.

El himno de San Vicente del Raspeig, titulado Sant Vicent mon poble, describe entre otras cosas su clima y naturaleza mediterránea. Fue compuesto por el maestro José Miralles, el cual también puso letra. Más tarde fue la, ya fallecida directora de la Masa Coral la Aurora, Dña. Ascensión Guijarro, quien haría la transcripción de su letra a la lengua valenciana.

El término municipal tiene una extensión aproximada de 39,34 km² (3934 ha). Enclavado en la comarca del Campo de Alicante, su centro urbano dista 6 kilómetros del de Alicante, capital de la provincia, aunque los núcleos de Alicante y San Vicente forman un continuo urbanizado. Está muy bien comunicado con la costa y es una de las puertas de entrada a la montaña alicantina. Su término limita: al norte, con Tibi y Jijona; al este, con Alicante, Muchamiel y Villafranqueza (barriada de Alicante); y al sur y oeste, con Alicante. San Vicente forma, junto con la ciudad de Alicante y las localidades de Muchamiel, San Juan y Campello, un área metropolitana de 438 430 habitantes (INE, 2007), que pertenece a su vez a un área metropolitana más amplia, denominada área metropolitana de Alicante-Elche. Su situación es 38º25'25"N. 0º31'20"O. Su altura sobre el nivel del mar es de 112 m.

El término municipal de San Vicente del Raspeig, se configura como un gran glacis-terraza que desciende desde la alineación Maigmó-Ventós, con un relieve claramente diferenciado entre la zona montañosa septentrional y los suaves llanos inclinados del sur. Sin tener en cuenta el arco montañoso citado, las tierras pasan de una altitud de unos 440 msnm en la Venta de Xirau, a los 250 msnm de Lloma Redona, más los 109 msnm del casco urbano de la ciudad, hasta a los alrededor de 85 msnm en el barrio de Santa Isabel que colinda con el término municipal de Alicante, lo que daría para todo el territorio una suave pendiente norte-sur del 3 %. No obstante, es preciso destacar que el término no sigue unos límites naturales o comarcales sino que se define como una franja alargada y estrecha entre los dos puntos citados, constreñida por los términos de Alicante y Muchamiel.[4]

Escasean las fuentes de agua, apenas un par (Carranchalet, Lagunas de Rabasa y El Sabinar) y barrancos o ramblas que sólo llevan agua de manera estacional, como la rambla de Rambuchar (tributario del Barranco de las Ovejas). Además, la riqueza del suelo es ya de por sí limitada pues predominan terrenos de capacidad agraria mediocre (de tipo horizonte C) a excepción de los alrededores del núcleo urbano donde aparece un manto edáfico de mayor potencionalidad (horizonte de tipo B). Tampoco son extraordinarias sus fuentes de materias primas, a excepción de los afloramientos triásicos del Keuper (arcillas, yesos, etc.), muy abundantes en toda la cuenca de la Rambla de Rambuchar, susceptibles de un uso cerámico o las vetas de ocre de la sierra del Sabinar (valle del Sabinar), explotadas como materia colorante desde la segunda mitad del siglo XIX.[4]

El medio climático es el típico del litoral mediterráneo, aunque con índices de aridez superiores a los normales del resto de la región. Las medias climáticas oscilan entre los 12 °C de enero y los 30 °C de julio y agosto, mientras que las lluvias no pasan de 340 mm anuales, y además están desigualmente repartidas a lo largo del año. La mayoría de las lluvias se dan en otoño durante el mes de octubre, y en primavera en el mes de abril. Los días de lluvia son 38 al año.[5][6]

No tiene vegetación arbórea, exceptuando la cultivada y algunos grupos de pinos en las fincas y chalets. La maleza que crece en las zonas no cultivadas es la propia del clima mediterráneo, como el esparto, el romero, la carrasca, etc.[5]

La investigación documental no puede probar todavía la presencia ibera, romana, o árabe en el término municipal actual de San Vicente del Raspeig. Existen referencias escritas sobre la localización de monedas, esculturas o estelas romanas en la obra del historiador oriolano José Montesinos realizada en 1795 o en la de Figueras Pacheco de 1920-1927[7]​ pero no tienen todavía la confirmación documental o arqueológica. En las partidas vecinas de Fontcalent, La Alcoraya, Moralet y la Cañada del Fenollar sí que se ha podido demostrar la presencia de restos de pueblos y culturas antiguas; pero no en la del Raspeig.

El carácter de lugar de paso y a la vez cruce de caminos de las tierras de San Vicente ha marcado su desarrollo histórico a lo largo de siglos. Se encontraban caminos naturales que llegaban desde el Vinalopó, muy probablemente utilizados ya desde la Época Prehistórica, desde la Hoya de Castalla a través del Estret Roig, o desde la cuenca del río Monnegre y todos ellos necesariamente deben recorrer las tierras sanvicenteras en busca de una salida al mar. Sus primeros núcleos urbanos habitados, en el siglo XV, deben surgir al amparo de estas rutas pues no es posible hallar otros condicionantes, fundamentalmente económicos, que pudieran ejercer de factor de atracción para el poblamiento. Desde el siglo XVII, al menos, se documenta la existencia en distintos protocolos notariales de los primeros núcleos de población habitados en lo que hoy conocemos como San Vicente del Raspeig. Estos núcleos de población fueron Pla de la Olivera y Raspeig.

Pla de la Olivera no existió políticamente; se citó en la documentación administrativa pero no en los vecindarios y sus moradores se anotaron en la lista del Raspeig. En los protocolos notariales relativos a los habitantes, se observa que fueron desgajándose jirones de territorio (el más significativo fue el de Boqueres), quedando reducida la partida a la superficie circundante a la ermita del Carmen, mencionada por José Montesinos en el año 1795.[8]

El Raspeig era el nombre de la antigua partida que daba nombre a lo que hoy conocemos como San Vicente del Raspeig. La primera aparición documentada sigue siendo la notación en el mapa del ingeniero Juan Bautista Antonelli, de finales del siglo XVI, con motivo de la construcción del pantano de Tibi. De la misma época puede localizarse, en el Archivo del Reino de Valencia, el censo de 1604 correspondiente al impuesto del morabatí en el Raspeig con una lista escasa de cabezas contribuyentes.[8]

Esta partida de amplia extensión era una zona de paso entre las sierras del interior y la ciudad de Alicante. Alfonso X el Sabio otorgó a la ciudad de Alicante, tras su conquista a mediados del siglo XIII y su incorporación a la corona de Castilla, los términos de Agost, Monforte del Cid, Novelda, Aspe, Busot y Aguas de Busot, además de otras partidas rurales que formaban parte del Campo de Alicante, como El Raspeig, La Alcoraya, Moralet, Verdegás, etc.[9]​ Posteriormente, la ciudad de Alicante y su amplio término pasarían a la Corona de Aragón por la Sentencia Arbitral de Torrellas (1304).

Hasta hace poco se pensaba que el inicio de la historia del lugar podía situarse cuando el ciudadano alicantino Pedro Maltés construyó y fundó en 1560 una ermita dedicada a San Vicente Ferrer, en la creencia de que el santo patrón había predicado por estas tierras alrededor de la ermita. Hoy sabemos que, según el historiador José Montesinos, en el año 1411 había en El Raspeig una ermita dedicada a San Ponce y que aquel año predicó en la misma San Vicente Ferrer. Igualmente, unos arqueólogos, con la financiación del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, realizaron un inventario arqueológico del término municipal localizando vestigios de cerámica de la Baja Edad Media.

Así pues, el topónimo "San Vicente" surge con la estancia del santo Vicente Ferrer en El Raspeig. Este núcleo urbano que había crecido alrededor de la ermita comenzó a conocerse como Sant Vicent Ferrer del Raspeig y como Sant Vicent del Raspeig en valenciano, y como San Vicente Ferrer del Raspeig y San Vicente del Raspeig en castellano.[9]

Desde aquellas fechas remotas, sobre las que existen antecedentes de poblamiento de la Baja Edad Media, fueron aumentando los habitantes del lugar gracias a que el Patrimonio Real auspició la roturación de los yermos (labor por primera vez de tierras inhabilitadas) del oeste de Alicante y se iniciaron movimientos mercantiles gracias a que el lugar era una encrucijada de cañadas y antiguas vías romanas, según han demostrado los diversos libros publicados por la asociación cultural Cercle d'Estudis Sequet però Sanet.

El momento estelar que marca el impulso de la primera concentración urbana digna de reseñar se desarrolló durante la segunda mitad del siglo XVIII. Durante esta media centuria, la vieja ermita de San Vicente Ferrer, reconstruida por Pedro Maltés en 1560, fue sustituida por un nuevo templo, tras convertirse la ermita en ayuda de parroquia el año 1733 y, más tarde, en 1785, parroquia independiente. Las obras de construcción del templo se acordaron en 1735 y terminaron en 1803. Alrededor de esta iglesia en construcción creció un grupo de casas que alcanzaron la consideración de calle por parte del cabildo de la ciudad de Alicante, a quien correspondía la jurisdicción de aquel lugar, que en 1744 se interesó en delimitar y poner cuotas para la construcción de casas alrededor de la iglesia. Anteriormente sólo había sido una partida rural y ermita de San Vicente y ahora ya era calle de Alicante e iglesia de San Vicente Ferrer independiente de la de San Nicolás de Bari de Alicante. Posteriormente, la concentración de casas alrededor de la iglesia de San Vicente Ferrer situada en la partida del Raspeig alcanzó la consideración de caserío por parte del cabildo alicantino.

De forma paralela al crecimiento urbano, aumentaron las necesidades de los vecinos del lugar: maestro, tiendas, hornos de pan, suministro de aguas, alguacil, etc. y la expansión de las tierras cultivadas. Por otro lado, la festividad de San Ponce, celebrada el 15 de mayo, perdió arraigo y acabó por imponerse definitivamente el prorrate y la festividad de San Vicente Ferrer, celebrada el primer lunes siguiente al lunes de Pascua. Para el historiador Vicente Millán: "la fiesta del santo valenciano, concretada en el recinto de su ermita –ayuda de parroquia en 1733 y parroquia en 1785– supuso el núcleo constitutivo de la idiosincrasia sanvicentera... la fiesta anual del Pare Vicent era el espacio y tiempos privilegiados en que los moradores del Raspeig se identificaron como pueblo...".

Desde principios del siglo XIX, sus alrededores y el caserío, ubicado en la partida del Raspeig y claramente identificado con la iglesia y las fiestas de San Vicente Ferrer, adquirieron un progresivo protagonismo ante los hechos históricos que se irían sucediendo. Prueba de ello fue la inclusión en las principales crónicas de la ciudad de Alicante de tres hechos destacados de las décadas iniciales del siglo que acaecieron en la partida del Raspeig y sus alrededores. Estos fueron la presencia de las tropas francesas que sitiaron la ciudad de Alicante entre finales de 1811 y principios de 1812, el enfrentamiento armado de 1823 entre las tropas liberales procedentes de la ciudad de Alicante y una parte de las tropas francesas que defendieron la reimplantación de la monarquía absoluta de Fernando VII y el enfrentamiento armado de 1826 entre la partida liberal de Antonio Bazán y los realistas procedentes de Alicante.[10]

Un hecho olvidado por las crónicas de la ciudad de Alicante y que, sin embargo, es el más importante en la historia de San Vicente del Raspeig, fue el proceso de segregación del caserío con respecto a la jurisdicción de la ciudad de Alicante. Uno de los primeros escritos firmados por los vecinos del caserío solicitando la exención de jurisdicción de Alicante fue el memorial del 9 de julio de 1806 descubierto simultáneamente por María del Carmen Dueñas Moya[11]​ y por Vicente Millán Llin[12]​ en sendas, pero distintas, investigaciones. Según han demostrado los historiadores locales Federico Aura y Vicente Millán, en 1812 se produjo la primera exención de jurisdicción del caserío, que adoptó la denominación de "Pueblo" de San Vicente del Raspeig, con alcalde constitucional independiente de Alicante al amparo de la Constitución de 1812. Esta primera segregación no fue acompañada por la asignación de un término municipal y, al regreso de Fernando VII, el caserío volvió a caer bajo la jurisdicción de la ciudad de Alicante. Durante el Trienio Liberal (1820-23), en que se implantó nuevamente en España la Constitución de 1812, el caserío obtuvo de nuevo la consideración de "pueblo" exento de la jurisdicción de Alicante, pero la llegada de las tropas francesas truncó la segunda experiencia del caserío como municipio independiente. De nuevo se situó bajo la jurisdicción de Alicante.

Finalmente, acogiéndose al Real Decreto Provisional del 23 de julio de 1835, un grupo de vecinos sanvicenteros encabezados por Mariano Beviá presentaron un memorial el 31 de marzo de 1836 solicitando de nuevo la segregación.[9]​ Este memorial ha sido transcrito por Vicente Millán.[12]Francisco Canals Beviá (exalcalde de San Vicente) ha dejado escrito, siguiendo un trabajo anterior de Francisco Figueras Pacheco sobre los orígenes de la iglesia y pueblo de San Vicente del Raspeig, que en septiembre de 1837 la Diputación Provincial de Alicante concedió la autonomía al caserío. Para Canals, aquel escrito de la Diputación representa el acta de autonomía y nacimiento del pueblo de San Vicente del Raspeig. Hay que advertir que, durante el dilatado proceso segregacionista, los habitantes del caserío estuvieron divididos entre los que querían segregarse y los que no. Para Vicente Millán, el memorial de 1836 supuso la unión de los distintos sectores sociales en pos de la segregación.

El principal problema del nuevo municipio independiente de San Vicente del Raspeig a partir de 1837 fue la financiación municipal. El pueblo era independiente pero aún no estaba clara la delimitación de su término municipal. La delimitación de las lindes del término municipal no se materializó hasta el 16 de junio de 1848, fecha en la que los ayuntamientos de Alicante y San Vicente del Raspeig llegaron a un acuerdo por el que se repartieron las partidas rurales que tradicionalmente habían pertenecido a la parroquia de la iglesia de San Vicente Ferrer.

Anteriormente a 1848, entre el 1 de julio y el 23 de noviembre de 1843, el caserío estuvo otra vez bajo la jurisdicción de la ciudad de Alicante. Poco después, en 1844, siendo ya independiente de forma definitiva, los alrededores de San Vicente del Raspeig merecieron de nuevo la atención de los cronistas de la ciudad de Alicante porque se produjeron enfrentamientos armados como consecuencia de la Rebelión de Boné (rebelión liberal del coronel Pantaleón Boné). Por aquellos años anteriores al deslinde de 1848, el municipio ya tenía su papel en las elecciones generales españolas. En las elecciones de 1844 el anterior distrito electoral de Alicante se subdividió en dos: uno fue el de la capital y el otro el de San Vicente del Raspeig con quien quedó también Villafranqueza. Según Pascual Madoz, en 1845 había un total de 390 electores en San Vicente, de los que 339 lo eran por las contribuciones y 51 por capacidad. La lista de elegibles era de 256 hombres. Había un alcalde, un teniente de alcalde, ocho regidores, un síndico y siete suplentes. Existían 300 casas, una escuela de niños y otra de niñas con 3000 y 300 reales de dotación respectivamente. La iglesia parroquial dedicada a San Vicente Ferrer estaba servida por un cura y dos vicarios.[13]

A partir de 1848, cuando quedó fijado claramente el término municipal de San Vicente del Raspeig y delimitado el territorio por fiscalizar, ya se puede escribir una historia con documentación municipal propia y con una identidad geopolítica diferenciada.[10]

San Vicente se convirtió en una encrucijada viaria entre la capital, la Huerta de Alicante, la Montaña y el valle del Vinalopó, posición que se iría reforzando con la mejoría de las comunicaciones. En 1858, la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante inauguró la línea ferroviaria Madrid-Alicante, pasando a apenas un kilómetro del casco urbano de San Vicente, donde se instaló la estación. Este hecho favoreció en gran medida las posibilidades de exportación de algunas producciones, ya de por sí altas teniendo en cuenta su cercanía al puerto de Alicante.[14]​ En 1873-78 se abrieron las carreteras de Alicante hacia Agost e Ibi. En 1905 lo conectó a la capital un tranvía de tracción animal, que en 1924 pasó a ser eléctrico. Todo ello, más la disponibilidad de materias primas, favoreció la instalación de fábricas de tejas, cementos, yesos y más tarde muebles.

En el año 1936, durante la Segunda República Española e iniciada la Guerra Civil, su topónimo fue cambiado por el de Floreal del Raspeig, nombre correspondiente al octavo mes del calendario republicano francés, que comenzaba el 20 o 21 de abril y finalizaba el 20 o 21 de mayo, con claras referencias a la festividad primaveral. No sólo varió el topónimo sino también el escudo, en el que aparecía la corona mural y se suprimieron las dos herraduras que hacen referencia al santo. Acabada la Guerra Civil (1939), el municipio recuperó su nombre anterior.[15]​ En el año 1991 se iniciaron los trámites para adoptar también como oficial la denominación en valenciano (Sant Vicent del Raspeig),[9]​ siendo la dominación oficial actual bilingüe.

A finales del siglo XIX y siglo XX el municipio experimentó una extensión urbana de manera muy similar al concepto de ciudad lineal de Arturo Soria con la avenida Ancha de Castelar/avenida Alicante como principal eje vertebrador. La llegada del tranvía de tracción animal (y posteriores) desde Alicante realizaba su recorrido en término sanvicentero por dicho eje. En 2009 se recuperará el tranvía hacia Alicante que se perdió con el transcurrir de los años.

Tras la Guerra Civil, y especialmente a partir de los años 1960, San Vicente conoció un crecimiento urbano y demográfico más que notables, originados principalmente por una tasa migratoria positiva: la ciudad pasó de 8951 habitantes en 1960 a 23 569 en 1981,[16]​ integrándose paulatinamente en un área metropolitana común con la ciudad de Alicante. En los años 60 gran parte de la población vivía de la industria cementera debido al auge de la planta de cemento perteneciente a Valenciana de Cementos (actual Cemex), y a la industria del mueble.[17]​ La fundación de la Universidad de Alicante en 1979 dentro de su término municipal fue otro de los acontecimientos decisivos para la ciudad en el siglo XX, permitiendo un crecimiento continuado que se sigue prolongando en los comienzos del siglo XXI.

Según el censo del 1 de enero de 2008, San Vicente del Raspeig tiene 51 507 habitantes,[18]​ por lo que es el segundo municipio de la comarca por población (tras Alicante), el tercero del área metropolitana de Alicante-Elche (tras Alicante y Elche), el octavo de la provincia de Alicante, el 14º de la Comunidad Valenciana (tras adelantar en 2007 en población a Villarreal), y puesto 137º del total de ciudades españolas (por delante de capitales de provincia como Soria y Huesca). A esto se debe añadir una importante población flotante universitaria que reside en la ciudad durante el curso académico,[19]​ por motivos laborales o por poseer una segunda residencia, habiéndose calculado para el 2005 una cifra aproximada de 64 000 habitantes de población real.[20]

La actual importancia demográfica de San Vicente se debe al fuerte crecimiento que lleva presentado la localidad desde los años 1970-1980, cuando se empezó a integrar con la ciudad de Alicante en una misma área metropolitana. Actualmente, los núcleos urbanos de Alicante y de San Vicente forman un continuo urbanizado.

Un 6,09 % de la población de San Vicente es de nacionalidad extranjera (INE, 2006), principalmente procedente de Iberoamérica y de otros países europeos.[22]

En las elecciones municipales de 2011 la alcaldesa Luisa Pastor Lillo, del Partido Popular, revalidó su cargo al frente del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, el cual ostentaba desde el año 2003. En 2015 perdió más de la mitad de sus votos pasando a la oposición.

La Corporación Municipal está formada por 25 concejales, incluido el alcalde. En las elecciones municipales del 24 de mayo de 2015, el PP perdió 8 concejales, quedándose con 7 (26,52 % de los votos), El PSPV-PSOE consiguió 5 con un 19,94 % de los votos, perdiendo un edil respecto a 2011. Por su parte Guanyar Sant Vicent-Acord Ciutadà obtuvo 4 con un 13,33 % de los votos, manteniendo los mismos concejales que obtuvo en 2011 Esquerra Unida. Entraron en el consistorio Sí se puede. Sant Vicent del Raspeig con 3 concejales (13,32 % de los votos), Ciudadanos también con 3 concejales (12,91 % de los votos)y Compromís con otros 3 representantes (10,01 % de los votos). Tras los pactos postelectorales resultó elegido Alcalde de Sant Vident del Raspeig el socialista Jesús Javier Villar Notario.

Todos los miércoles, últimos de mes, a las 19 horas el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig celebra sus sesiones plenarias, abiertas al público en general. Además el equipo de gobierno formado por PSPV-PSOE, Guanyar Sant Vicent-Acord Ciutadà, Sí se puede. Sant Vicent del Raspeig y Compromís, tomó la decisión que tras las sesiones plenarias se abriera un turno de palabra para el público en general.

Las formaciones políticas más relevantes en el ámbito local desde las primeras elecciones democráticas son el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), el PP (Partido Popular) e IU (Izquierda Unida); el PCE (Partido Comunista de España) fue una fuerza política habitual en el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, hasta su integración en 1986 en las listas electorales de IU. También han obtenido concejales a lo largo de la democracia sanvicentera otras formaciones como PSVI (Partido San Vicente Independiente) o BLOC-EV (Bloc Nacionalista Valencià-Esquerra Valenciana).

La actual Casa Consistorial se ubica en la Plaza de España, en la zona del casco antiguo de la ciudad. Estas dependencias municipales se han quedado obsoletas en cuanto a espacio, por lo que se están ejecutando las obras del nuevo edificio del ayuntamiento entre las calles Pintor Picasso y Cervantes y la constructora encargada de las obras es el Grupo Cívica. Se trata de un inmueble de 3 alturas, con planta baja con locales y aparcamiento subterráneo para 320 vehículos, y que contará con una superficie de unos 6000 . El inmueble incorporará un salón de plenos, las dependencias administrativas de la práctica totalidad de departamentos, los grupos políticos y un archivo municipal en la parte trasera.[24]

Su diseño urbanístico es moderno, con calles espaciosas y rectas. A lo largo de los últimos cincuenta años se ha desarrollado como ciudad residencial, con varias urbanizaciones perfectamente equipadas de infraestructuras. El municipio cuenta con cinco partidas rurales: Boqueres, Canastell, Inmediaciones, Torregroses y Raspeig.

La economía de San Vicente se basa principalmente, por un lado, en la industria con todo tipo de empresas acogidas en los varios polígonos que hay en la localidad, y por otro, en su faceta de ciudad residencial del área metropolitana de Alicante, a lo que hay que sumar el peso de albergar la sede de la Universidad de Alicante. Además cabe reseñar que la industria es muy diversificada en sus actividades, por lo que no se corre el peligro de crisis por la actividad de un único sector, como ocurre en otros pueblos de la provincia.

La agricultura en tiempos pasados fue el sostén y mantenimiento de los sanvicenteros. Hoy en día ha pasado a un segundo plano, cediendo terrenos de cultivos a urbanizaciones y zonas industriales. Solamente la Partida Raspeig conserva en parte su actividad tradicional que es la agricultura. En esta zona hay una gran superficie, declarada en el Plan General de Ordenación Urbana como de protección agrícola, donde se encuentran ubicadas grandes explotaciones agrícolas como una extensa finca perteneciente a la multinacional Bonnysa con toda clase de plantaciones, sobre todo de tomates y brevas.

La poca agricultura que existe se encuentra en el extrarradio del término municipal, con propiedades de mediana y pequeñas dimensiones, o dentro de las casas de campo o chalets privados de las partidas rurales, siendo cultivadas por sus propietarios, en tiempos parciales o como actividad complementaria. Los cultivos principales que se dan en la huerta sanvicentera son el almendro, los frutales, la uva moscatel, los tomates y los cítricos.

La proximidad de Alicante, la existencia de grandes zonas de terreno donde se han podido crear polígonos industriales y las excelentes vías de comunicación, incluyendo el ferrocarril y las carreteras, han sido factores decisivos para el desarrollo industrial actual de San Vicente.

El comercio es una actividad que se ha desarrollado enormemente en la ciudad. San Vicente cuenta con un Mercado Municipal de Abastos que contiene 27 puestos y un aparcamiento público subterráneo de 3 plantas con 306 plazas. Los sábados se organiza un mercadillo callejero con diversos puestos, sobre todo textiles y de calzado. Cabe destacar la cantidad de supermercados como Mercadona, Lidl, Consum, Spar o Hiperber.

Existe un centro comercial, denominado Centro Comercial San Vicente (enfrente del barrio Santa Isabel), inaugurado en verano de 2004. Posee unos 40 000 m² de extensión, estacionamiento con 2500 plazas y se basa en tiendas outlet. Posee tiendas de moda, deportes, electrónica, juguetes, bricolaje, gimnasio, bolera, etc. Destacan Carrefour, Nike, y un centro de oportunidades de El Corte Inglés. En él se encuentran los Cines Ábaco, que fue el primer complejo cinematográfico de España con una sala en 3D, posee 3482 butacas, repartidas en 15 salas, dos de las cuales tienen "pantallas gigantes" de 250 m² de superficie de proyección y de casi 500 butacas.

En los últimos años se vienen instalando numerosas entidades de ahorros y bancos. En 2013 se han concedido 309 licencias de actividad y en 2012 se concedieron 303, con lo que se consolida la tendencia positiva de los últimos 2 años e incrementa en un 30 % el número de licencias concedidas respecto a 2011.[25]

Quizás por su cercanía a la ciudad de Alicante, el municipio no cuenta con ningún hotel urbano. Se tiene previsto construir un hotel con campo de golf en la zona del valle del Sabinar,[26]​ pero al estar alejada del centro urbano no paliará la necesidad de un hotel como se viene demandando para ser la ciudad de servicios que se pretende. Sí existe, un hostal de dos estrellas, y abundan las residencias universitarias.

Desde unos años atrás gran parte de la población sanvicentera, asociaciones como Ecologistas en Acción, y los grupos de la oposiciónEspecialmente EUPV, vienen reclamando al Ayuntamiento el cese de la actividad de la cementera de Cemex,[27]​ dedicada a la fabricación de cemento blanco y situada en un entorno cada vez más cercano al casco urbano debido a la expansión del municipio. La Universidad de Alicante se ha encargado de varios estudios que demuestran una contaminación atmosférica elevada a causa actividad de la cementera. En 2008 Greenpeace incluyó en un estudio titulado Contaminación en España, que la cementera de San Vicente es la industria que más contamina de la provincia de Alicante.[28]​ Hasta 2008 sólo se habían firmado protocolos de intenciones,[29]​ que conllevaban una serie de restricciones a cumplir por la multinacional y poner en marcha el cese definitivo de la fábrica, que se demoró durante años,[30]​ pero que finalmente la Consellería de Medio Ambiente anunció el 30 de abril de 2008 que la fecha definitiva para el cierre será el 1 de agosto de 2009.[17]​ La cementera en San Vicente del Raspeig data de 1913 bajo en nombre de Alicantina de Cementos, en 1928 la adquirió Valenciana de Cementos, en 1992 pasó a manos de la multinacional mexicana Cemex, y en la actualidad cuenta con unos 270 trabajadores en plantilla y genera 160 puestos indirectos. En décadas anteriores la factoría supuso una importante oferta de trabajo y una notoria emigración poblacional (procedente sobre todo de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía) al necesitar mucha más mano de obra que en la actualidad. Tras el cese de la cementera, se ha previsto construir en los terrenos, un nuevo complejo de ocio, un parque empresarial y 500 viviendas.[17]

La ciudad de San Vicente del Raspeig cuenta con instalaciones de dos tipos de Fuerzas y cuerpos de seguridad:

También existen unas dependencias destinadas a Protección Civil, que cuenta con un número importante de voluntarios.

San Vicente del Raspeig cuenta con sólo 4 centros sanitarios de titularidad pública:

IES San Vicente, el primero que hubo en San Vicente y el más grande según número de alumnos.

IES Canastell, actualmente solo de Formación Profesional.

IES Haygon.

IES Gaia.

IES María Blasco.

San Vicente del Raspeig se ha consolidado como ciudad universitaria, siendo la 4.ª ciudad española con mayor número de población vinculada por motivo de estudios (11 138 personas), por detrás de Bilbao, Madrid y La Coruña.[33]

El negocio de alquiler de pisos es muy activo en todo el municipio debido a la gran población flotante que vive en San Vicente durante el curso académico. Asimismo existen varios complejos y residencias universitarias, muchas de ellas ubicadas en la calle Cottolengo (Partida Torregroses) y un colegio mayor junto a la UA ya cerrado desde el curso académico 2010-2011.

Por carretera, el municipio está situado prácticamente en el núcleo de las intercepciones entre las grandes comunicaciones que cruzan la provincia, además de tener un buen acceso a las playas alicantinas mediante la Ronda San Juan-San Vicente o la fácil comunicación con el Aeropuerto de Alicante-Elche. Es un municipio que apuesta decididamente por el transporte sostenible con ejemplos como el préstamo gratuito de bicicletas y la inminente llegada del tranvía.

El ayuntamiento sanvicentero puso en marcha en junio de 2007 un servicio de transporte gratuito denominado Bicisanvi, por el que el ciudadano puede alquilar una bicicleta durante un periodo de tres horas. Cuenta con una flota de préstamo de 100 bicicletas mediante un sistema de control de tarjeta electrónica. Los ocho puntos de recogida están situados en: Biblioteca General de la UA, plaza Juan Pablo II, plaza del ayuntamiento, Polideportivo municipal, Plaza del Apeadero [Renfe], Apeadero TRAM, Plaza Huerto de los Leones [Biblioteca pública municipal] y en el Centro Comercial San Vicente Outlet Park.

San Vicente del Raspeig está unida a la capital alicantina por tranvía, a través de la Línea 2 del TRAM. Dicha línea se compone por los tramos 1 y 2 que recorren el centro de Alicante y el tramo 3 que discurre netamente por territorio sanvicentero. La Línea 2 enlaza San Vicente con el Hospital General de Alicante en 12 minutos y llega hasta la Avenida de Denia en 20 minutos y hasta la plaza de Luceros (fin de trayecto) en 25 minutos. A finales de 2007 se iniciaron las obras del Tramo 3, con una longitud de 1788 metros e incluye 3 paradas: Santa Isabel, Universidad y San Vicente del Raspeig.[39][40]

La ciudad cuenta con un apeadero denominado San Vicente Centro, situado en el vial del Terraplén, al final de la calle Colón. La Línea C-3 enlaza la localidad con Alicante y tiene una parada intermedia en el nuevo apeadero de la Universidad de Alicante situado en la zona de ampliación del campus, donde se ha empezado a construir el parque científico. Dicha línea C-3 pertenece al núcleo de cercanías Renfe Murcia/Alicante.[41]​ Está en vías de proceso la prolongación de la línea hasta Villena.[42]

El municipio cuenta con diversas líneas de autobús urbanas e interurbanas. El TAM (Transporte Alicante Metropolitano), es el sistema de transporte de autobuses del área metropolitana de Alicante, el servicio lo realiza el grupo Subús a través de las empresas que lo integran. Las líneas urbanas son 3 y las líneas interurbanas que paran en San Vicente del Raspeig son 13:[43]

Itinerario urbano:

Itinerario interurbano:

De entre estas líneas, la más transitada y que pasa con mayor frecuencia es la 24, que conecta la localidad con Alicante.

El municipio sanvicentero también cuenta con su particular flota de taxis que se encuentra en la avenida de la Libertad, esquina con la calle Ancha de Castelar.

Sobre esta pequeña loma localizada en los confines septentrionales del término municipal (en el Altet de la Panxeta) se han encontrado los restos materiales más antiguos documentados, entre los que se distinguen fragmentos de una o dos jarras y un recipiente de almacenaje. El conjunto parece poder datarse entre los siglos XIV y XV. Se trataba de un asentamiento dotado de recursos naturales, sobre todo agua (cercano a dos ramblas), cercano a las vías de comunicación con las comarcas aledañas, y que domina visualmente las tierras llanas de su entorno. Su origen podría relacionarse con la huida del medio urbano de Alicante, que no garantizaba la salud ni el sustento diario, evitando la presión señorial o los efectos de la peste, en busca de tierras despobladas. Es muy probable que existieran otros pequeños asentamientos diseminados por las tierras del Raspeig, que respondieran a una génesis similar a la descrita, además si efectivamente existió la ermita de San Ponce quiere decir que existió un poblamiento mínimo en su entorno que justificara la presencia de un centro religioso.[4]

El mejor exponente del asentamiento en la Época Moderna es la casa de volta. Estas casas empiezan a levantarse en el siglo XVII y el estilo arquitectónico seguirá generando ejemplos en el siglo XVIII e incluso XIX. Como buen documento arqueológico encontramos la Casa de la Foia de Oleán en la que a dos crujías abovedadas previas se adosa una tercera, transversal y de distinta factura, en cuya argamasa se halló cerámica de color amarillento a la sal de Agost, típica del siglo XIX. Por otro lado, está la Casa de la Esperanza, en la actualidad es un caserón que anteriormente fue un edificio de volta, muy modesto. Junto a la Finca El Reloj está la Casa Llueca, donde se presume una antigüedad algo mayor a la primera mitad del siglo XIX. El arqueólogo Jesús Moratalla Jávega defiende que el núcleo de población Pla Olivera es de los más antiguamente poblados del término sanvicentero y el Camino de Monnegre se erigió como vía principal, donde surgieron a su alrededor numerosas casas de volta y sus aljibes. Otras casas de volta importantes en el municipio fueron las Casas del Cococ, Casa Blanca, Casa del Pí o la Casa de Xirau.[4]

Con posterioridad a las casas de volta surgieron caserones adintelados como la Casa de la Cañadeta Verde, la Finca del Sabinar, La Casa Aracil, casas del Carreret, Casa Pitxoc o Casa de los Brotons. En dichas se caracterizaron por el predominio de las líneas rectas y la simetría de las fachadas, con la presencia habitual de una segunda planta. Al disponer de más espacio repercute en el hábitat (más habitaciones) y en la agricultura. Hasta el momento las casas de volta ofrecían un espacio con un predominio absoluto para el ganado pero con las casas adinteladas se permiten más usos como el agrario o almacenaje de productos agrícolas. Los aljibes tenían capacidades limitadas en el ámbito agrario, y se introdujo el sistema de riego por boquera con una fuerte influencia de la vecina Agost tras su buen funcionamiento. Este sistema de riego es un hallazgo que se ha conservado bien con el paso del tiempo y que significó un importante cambio económico en la zona del Raspeig.

Otro de los hallazgos importantes han sido dos puentes. El primero, llamado Puente de Carranchalet, está localizado sobre la rambla del Carranchalet, que supone todo un acontecimiento por la magnitud de la obra. Su paraje bastante accidentado ha influido en que no sea una construcción muy conocida. El segundo, el Puente de Boqueres, es mucho más modesto, sito en el camino de Monnegre, de tipo hoy apenas puede verse. Son obra del siglo XIX, época que se caracteriza por el uso general de los arcos de tipo escarzano en el volteo que salva el barranco.

Minas de ocre del Sabinar: dedicadas en el siglo XIX a la explotación minera de las vetas de ocre de la Sierra del Sabinar (valle del Sabinar) para su uso como colorante en la pintura. Trajo consigo un excelente complemento a la renta de los sanvicenteros, de las que se extraían toneladas de ocre amarillo que eran transportadas a Inglaterra en su gran mayoría.

Otros restos arqueológicos de la Edad Contemporánea son una máquina de extracción de aguas que se encuentra en el Camino de Monnegre y la casa-cueva del Valle del Sabinar.[4]

Es una vivienda del siglo XVIII-XIX que poseía dos plantas, cuadras y aljibe, por lo que responde a la descripción de un caserón adintelado que previamente habría sido una casa de volta. Ubicada en el barrio Laborinquen en una parte muy cercana al casco urbano, dentro de las mayores zonas de expansión de la ciudad, fue declarada en julio de 2007 como Bien de Relevancia Local por la Consellería de Cultura de la Generalidad. Se iniciaron las obras de rehabilitación en 2007[48]​ resultando estas reformas muy controvertidas[49]​ al haber sido derribado el edificio y las cuadras, centrándose en la conservación del aljibe, la recuperación de muros, la consolidación de la estructura de la cubierta, así como la conservación de la teja curva y la realización de una nueva solera, conservando la red de decantación del aceite y del agua.

Las primeras, dedicadas al patrón de la localidad, San Vicente Ferrer, cuyos datos más antiguos se remontan al inicio del siglo XIX, conjuntan una parte propiamente religiosa (con origen en la devoción al Santo) surgida con fines agrarios,[57]​ y una lúdica, que, nacida oficialmente en la primavera de 1975, recoge la tradición valenciana de las fiestas de Moros y Cristianos. Las fiestas duran diez días, aunque los días principales son el sábado, domingo y lunes después de la Pascua de Resurrección. Cabe destacar como su acto más espectacular y llamativo la embajada nocturna, que le ha valido el reconocimiento dentro de las fiestas a nivel provincial. El último de estos días, dedicado al Patrón, es cuando se celebra la Procesión General del Santo, en la que participan igualmente filaes de Moros y Cristianos. El 28 de septiembre de 2007 las Fiestas Patronales y de Moros y Cristianos en honor de san Vicente Ferrer fueron declaradas por la Generalidad Valenciana, de Interés Turístico Provincial de la Comunidad Valenciana.[58]

Las Hogueras, similares a las Fallas de Valencia y a las Hogueras de San Juan de Alicante, se celebran durante Cinco Días, siendo destacable el acto de la Cremà, su celebración tiene lugar la tertercera semana de julio y consisten en la planta y posterior quema de monumentos artísticos de madera, y están enfocados sobre un lema. Están llenos de ninots ,pequeños muñecos de cartón y poliuretano, qué hacen referencia a lugares, actos y personajes de actualidad, a los cuales les acompañan carteles con una crítica satírica en tono de humor y protesta.[59]​ Fueron instauradas oficialmente en 1947, aunque desde tiempo atrás ya se realizaban de forma popular.[60]

San Vicente Del Raspeig Dispone de 11 Comisiones De Hogueras:

Hoguera Las Acacias, Hoguera L'Entra Al Poble, Hoguera Hernan Cortes, Hoguera Lillo Juan, Hoguera Parque Lo Torrent-La Huerta, Hoguera Haygon Sol Y Luz, Hoguera Ancha De Castelar, Hoguera Barrio Santa Isabel, Hoguera Carrer Major, Hoguera Carrer Nou Y Hoguera Oficial

Ambas fiestas disponen del complemento de locales o cuarteles festeros, llamados "kábilas" en las de Moros y Cristianos, y "barracas" en Hogueras.

En otros momentos del año, acontecen también diversas celebraciones, como son la Cabalgata de Reyes Magos (5 de enero), el carnaval (febrero)

Y Las Festividades De Las Partidas Rurales Y Barrios:

Barrio Laborinquen-Partida Raspeig, Pla Olivera, Rabosal-Los Girasoles, Canastell, O Boqueres.

La ciudad de San Vicente cuenta con una importante actividad deportiva. El OAL Patronato Municipal de Deportes,[61]​ constituido en 1996, es el organismo promotor del deporte tanto de competición como saludable, promoción de las instalaciones deportivas municipales, escuelas deportivas, juegos escolares y cualquier otra actividad que promueva el ayuntamiento en relación con la educación y el deporte.

San Vicente del Raspeig cuenta con un amplio corazón deportivo englobado dentro de la Ciudad Deportiva, donde se encuentra el Pabellón Municipal de Deportes, el Campo de Fútbol de la Ciudad Deportiva, rocódromo, piscina cubierta, piscina de verano, campo de fútbol 7, pista cubierta multideporte, pistas de tenis, pádel, tenis de mesa, etc.

Es una prueba puntuable del Campeonato de España de BMX y en 2007 fue sede de la final española,[65][66]​ así como lugar habitual de los campeonatos de la Comunidad Valenciana. También es escenario continuo de concentraciones y estudios de entrenamiento,[67][68]​ como otras concentraciones de la Selección Española[69]​ u otras selecciones (preparación invernal de Noruega 2007/08).

Las instalaciones de la Universidad de Alicante, como la pista de atletismo, el campo de rugby o el campo de hockey hierba, se encuentran dentro del casco urbano del municipio, siendo utilizadas por clubes y deportistas sanvicenteros.

Plan Parcial El Pilar: en enero de 2008 se aprobó el presupuesto destinado a deportes para el ejercicio 2008.[71]​ En este presupuesto se incluye una partida para el estudio y la redacción del proyecto de construcción de una pista de atletismo y un nuevo campo de fútbol en el Plan Parcial El Pilar, en la partida Torregroses junto al Parque Huerto Lo Torrent. Estas infraestructuras han sido muy demandadas por los vecinos y clubes deportivos del municipio que no dispone de instalaciones mínimas para atletas y cuenta con un sólo campo de fútbol.

El deporte que más difusión tiene es el fútbol, y el equipo deportivo más popular de la ciudad es el Fútbol Club Jove Español de San Vicente, que participa en la Liga Nacional de Tercera División (Grupo VI). Dicho club fue fundado en 2004 al hacerse la fusión de los tres clubes existentes en la localidad (CD Español de San Vicente, CD Jove Raspeig y FC Cosmos San Vicente). Otros equipos sanvicenteros son el filial del Jove y el equipo universitario CD Universidad de Alicante que ambos juegan en Primera Regional de la Comunidad Valenciana.

El hockey patines es un deporte muy tradicional en el municipio, siendo el Club Promoción Patín Raspeig uno de los clubes punteros de la Primera División. En la temporada 2007/08 compite bajo la denominación de Cemex-Raspeig. Si hablamos de hockey hierba y hockey sala tenemos que hablar del Club Atlético San Vicente-Hockey y de su buque insignia Juan Escarré; fue un club de renombre en el hockey nacional durante los años 80, 90 y los primeros años de 2000, hasta que desapareció de las ligas absolutas quedándose como escuela para niños. Tras una década de gran trabajo con las categorías inferiores y mucho esfuerzo por parte de todos los miembros del club, el Club Atlético San Vicente-Hockey vuelve a presentar un equipo senior para la temporada 2011/2012 en la Dvisión de Honor "B" del hockey hierba español. En la modalidad hockey sobre patines en línea tenemos al Club deportivo hockey línea San Vicente, también conocido como Titanes.

El fútbol sala también es muy practicado. El club más laureado en los últimos años ha sido el Club de Fútbol Sala Racing San Vicente. En la temporada 2006/07 tras una excepcional campaña, el Racing disputó los play-off de ascenso a División de Honor (la máxima categoría del fútbol sala español) enfrentándose al Armiñana Valencia cayendo eliminado en Primera Ronda tras tres partidos (una victoria y dos derrotas). Lamentablemente a poco de comenzar la siguiente temporada, el club descendió a Primera Nacional A al no abonar la inscripción de División de Plata que exige la LNFS por problemas económicos.

De mención especial en los orígenes del Fútbol-Sala sanvicentero, es el popular torneo de verano que desde los años 1980 a 1995, aportó a un torneo de prestigio nacional, con participación de los mejores jugadores a nivel regional, donde son de destacar: Vicentin, Pato, Manolo Tebar y los internacionales brasileños, Tachina, Calú, etc.

A partir de dicha fecha, simultaneó un club sanvicentero OLÍMPICO DE SAN VICENTE, que militó en categorías nacionales, desaparecido en el año 2000 por causas económicas.

A partir de dicha fecha apareció el Club Peña Raspeig, que fomentó el Fútbol-Sala en categorías Inferiores (Cadete y Juvenil), llegando en ambas categorías a participar en el Campeonato de España de los Campeones Provinciales.

El Club Baloncesto Adesavi es el más club de baloncesto más representativo de la localidad. En la temporada 2006/07 consiguió el ascenso al Campeonato de España de 1.ª División Masculina, compitiendo en dicha categoría en la temporada 2007/08 bajo el nombre de Adesavi XXX Aniversario. Tras varias temporadas en dicha categoría, logró en la temporada 2009/10 su, hasta la fecha, mayor logro deportivo, el ascenso a la Liga EBA, en la fase de ascenso disputada en su localidad. En la actualidad el equipo milita de nuevo en la 1.ª División Masculina, tras no poder mantener la categoría en la pasada temporada.

En los años 2000 el BMX está causando furor en la ciudad, junto con la creación[72]​ de la Pista de BMX del Parque Huerto Lo Torrent en 2001, comenzó a surgir una gran afición entre los jóvenes por esta modalidad del ciclismo, en la que destacaron sanvicenteros como Manuel Mateo March (3 veces campeón de España, 10 como campeón de la Comunidad Valenciana, otras 3 en la Copa de España, semifinalista en Europa y 5 veces internacional).[73]​ Se creó una escuela de BMX, posteriormente nació un club dedicado exclusivamente a esta modalidad (Club BMX San Vicente),[74]​ y surgieron jóvenes corredores locales que copan los primeros puestos nacionales del BMX.

En waterpolo, San Vicente del Raspeig puede presumir de haber tenido el mejor equipo femenino de la Comunidad Valenciana desde 2004 hasta 2014, donde durante estos 10 años ganaron 6 ligas femeninas de la máxima competición de la Comunidad Valenciana y llegando también a disputar dos temporadas en la división de plata a nivel de España en las temporadas 2005/2006 y 2006/2007. En la temporada 2012/2013 se volvió a conseguir el ascenso a la división de plata española, pero por problemas económicos no se pudo disputar la liga. Durante estos 10 años se consiguieron también varios tripletes (liga, copa y supercopa, todo a nivel de la CV). En cuanto a los equipos masculinos de San Vicente, nunca han llegado al nivel de femenino pero también puede presumir el primer equipo de haber ganado una liga de la máxima competición de la CV en la temporada 2009/2010 y de haber llegado a una final de copa en la temporada 2013/2014. Tras más de 16 años de historia el primer equipo descendía de categoría en la temporada 2013/2014 pero tan solo un año después volvía a la máxima categoría del waterpolo de la CV. El segundo equipo fue creado en la temporada 2014/2015 y se encuentra en la división de plata de la CV. Y para acabar, el equipo juvenil de San Vicente que fue creado para la temporada 2009/2010 siempre ha finalizado la temporada entre los 3 primeros a excepción de las temporadas 2011/2012 y 2012/2013 donde acabó en 6º lugar en ambas temporadas. El equipo juvenil también puede presumir de haber ganado una liga en la temporada 2013/2014.

Otros clubes o asociaciones representativos de la localidad son el Club Atletismo San Vicente, Club Ciclista San Vicente, Club BMX San Vicente, Peña Madridista, Judo Club San Vicente, Club de Pescadores de San Vicente, Club Frontenis San Vicente, Agrupación Deportiva San Vicente, Club Natación Raspeig, Club Natación San Vicente, Moto Club San Vicente, Club RC San Vicente o el Club de Tiro con Arco San Vicente del Raspeig.[75]



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